Casa aislada compuesta de sótano, planta baja, piso y dos torreones laterales de cubierta de pabellón. Cubierta en dos aguas. Ventanas geminadas y puertas de arco de medio punto en la planta baja y apuntadas en la superior. Decoración de arcos ciegos. Baluarte. Acceso con escalinatas laterales. Barandilla interesante.

Masía y conjunto de edificaciones anexas con probables orígenes en época medieval reformada a inicios del siglo XX al estilo noucentista.
La masía Bergadanes está constituida por un edificio principal y cuatro edificaciones anexas, situadas en la parte posterior de este, cerrado por una valla de la que destaca especialmente el tramo que protege el patio delantero de la masía, que se remata con ladrillos escalonados, siguiendo el estilo de la fachada del edificio principal.
Se sitúa la masía al sureste del pueblo del Pla del Penedès, aproximadamente a 1,4 kilómetros, cerca ya del límite del término municipal (260 m) con el de Subirats, que en esta zona cruza el Serral, ligera elevación situada en la misma distancia de la masía. La masía está cerca de la de Can Fontanals, a 400 m, situado al noroeste, y por el norte limita con el camino que conduce, desde el este, del vecindario del Corral del Mestre (TM de Subirats ). Por el sur la masía está delimitada por el Torrent Fontanals, denominación de este tramo del Torrent de Sabanell.
Can Bergadanes destaca especialmente por el frente de fachada, de estilo claramente noucentista. El edificio es una masía con orígenes, al menos documentales, de mediados del siglo XIII (LLORAC, 2015: 50). Esta edificación original, probablemente reformada en varias ocasiones, correspondería al volumen occidental del edificio principal. Es de planta rectangular, de unos 200m2, constituido por planta baja, piso y planta bajocubierta. La cumbrera es central, longitudinal en el edificio. En los laterales dispone de varias ventanas, todas ellas comunes, sin ningún vestigio de antigüedad.
En el frente de fachada sureste de este edificio, alrededor de la década de 1910, se añadió un nuevo cuerpo, de unos 5 m de ancho, que corresponde a la actual fachada, que dispone de rasgos significativos de estilo noucentista. Se trata de un volumen rectangular, de planta baja y piso, con dos torres en cada extremo (noreste y suroeste), en las que hay un piso más. Todo el conjunto destaca por las formas geométricas y adornos de las ventanas, así como por el coronamiento de las torres con ladrillos, que todo remite a un novecentismo todavía con vínculos con el modernismo arquitectónico.
Sorprende la divergencia entre las ventanas de la planta piso del edificio, todas de arco de medio punto, con una vasa de adorno perimetral, de las de la planta piso y de la parte superior de las torres, todas ellas apuntadas en la parte superior, con la misma vasa de adorno, obrada íntegramente con ladrillos.
En la planta piso, las dos ventanas sobre el acceso principal se encaran a un balcón protegido por una barandilla de hierro de faldón que se sustenta sobre pilastras ornamentadas con piezas de cerámica. Entre las dos ventanas hay un reloj de sol, de panel cerámico. Las dos ventanas del mismo piso situadas en las torres son, en cambio, más altas y estrechas. En la torre norte, en el último piso las mismas ventanas son triples y el coronamiento finaliza con una cenefa perimetral que reproduce de forma múltiple la misma forma de estas ventanas apuntadas. Encima, hay un alero de ladrillos colocados diagonalmente, a modo de dentellones, que soporta la cubierta a cuatro aguas, coronada por una copa cerámica. Por el contrario, la torre sur, más baja, dispone en una única ventana, del mismo estilo, más pequeña que el resto, y el coronamiento es idéntico a excepción de la cubierta, que está a dos aguas. En los frentes laterales de este volumen sigue esta misma composición, con un balcón de losa moldurada en las ventanas del primer piso.

Por otro lado, en el lateral sur del edificio original existe una portalada de arco de medio punto, que podría corresponder al acceso primitivo. Al oeste de este edificio hay una gran edificación anexa de uso agrario y entre las dos lo que parece ser una antigua cochera obrada construida probablemente al mismo tiempo que la fachada noucentista, pues sigue el mismo estilo, con un acceso de arco carpanel de ladrillos flanqueado por dos motivos decorativos de cerámica que recuerdan a un blasón. El acceso principal a la finca dispone de una portada con pilares de ladrillos coronados por pináculos también revestidos de cerámica.

Salvador Llorac escribe que hay referencias documentales desde el 16 de junio de 1255, momento en que el castellano Guillem de Lavit establece la casa Bergadanes en Barceló de Casas. En 1353 se menciona a Jaume Joan Bergadanes y en 1360 a Berenguer Joan Bergadanes. En 1387 se menciona en el Plan Pere Esbert de Bergadanes (LLORAC 2015:39-40).
Posteriormente, en 1857, aparece como propietario Nicanor de Franco, mientras que en el padrón parroquial de 1864 aparecía la viuda Torrents. Llorac dice que hubo un famoso robo en 1844 (LLORAC, 2015:40).
Llorac piensa que el topónimo del edificio proviene de una pluralización de "bergadas", que significa grupo de personas que caminan o trabajan juntas (LLORAC, 2015: 50).
En la ficha catastral aparece como fecha de construcción 1910, que podría corresponder a la reforma de principios del siglo XX.