Edificio entre medianeras situado en el casco urbano de Els Monjos, a pie de la antigua carretera N-340. Se trata de una construcción de planta rectangular destinada a viviendas, con locales de uso comercial en planta baja y un jardín en la parte posterior. Tiene planta baja, dos pisos y cubierta de dos vertientes con cumbrera paralela a la fachada principal. Esta presenta cinco ejes de composición vertical constituidos por aperturas de diversas tipologías. En planta baja hay cuatro puertas de arco de medio punto, así como dos ventanas verticales prácticamente unidas de arco de medio punto. Todas ellas tienen un encuadre sencillo, y la parte superior está reseguida por una moldura continua que recorre toda la planta horizontalmente.

En el piso superior se abren cinco ventanas de arco ojival con alféizar y un encuadre parcial consistente en una línea continua que recorre la parte superior de las aperturas a lo largo de toda la fachada. Las aperturas de ambos extremos de la fachada dan a balcones individuales de base semicirculares con barandillas de hierro forjado. En el primer piso y situadas de forma simétrica respecto a las del piso inferior, hay cinco aperturas rectangulares muy sencillas con alféizar y sin enmarque. Aquellas de los extremos se abren a balcones individuales de base rectangular con los vértices redondeados y barandillas de hierro forjado. Las aperturas centrales del primer y segundo piso forman una tribuna vertical abierta sostenida por pilares. Remata la fachada principal una falsa cubierta de teja y un alero sostenido por cabrios de madera.

La fachada trasera también presenta una composición simétrica.

El paramento del inmueble es enlucido y pintado, aunque la planta baja presenta un gran zócalo acolchado.

La composición arquitectónica de la fachada de la Casa Bolet está imbuida por el lenguaje propio del modernismo, aunque depurado por la estética noucentista. Se trata de un lenguaje propio de aquellos arquitectos que, como Santiago Güell, proyectaron sus obras a finales del siglo XIX y principios del XX, en plena efervescencia del movimiento modernista.

El edificio fue construido en 1925, de acuerdo con el proyecto realizado por el arquitecto Santiago Güell i Grau y presentado el 12 de enero en el ayuntamiento para su aprobación.

Edificio noucentista con elementos claros del modernismo goticizante. Se compone de planta baja y dos pisos. La fachada es perfectamente simétrica a partir de un cuerpo sobresaliente central, el cual está sustentado por columnas que se aprovechan para ubicar dos balcones, en el primer y segundo piso. La planta baja destaca por tener las aperturas hechas con arcos de medio punto, mientras que en el primer piso las aperturas son con arco apuntado. En los extremos hay dos balcones semicirculares. El piso superior presenta aperturas cuadradas sin arcos ni decoración. En la parte superior hay una serie de ménsulas sencillas, en los extremos hay dos elementos con aperturas de aspilleras que sobresalen del cuerpo principal. Para rematar la fachada hay un tejadillo decorado con una bola de hormigón decorada con motivos vegetales.