El edificio es el resultado de una sucesión de varios programas, todos ellos propuestos por el contratista Evelí Planells. La primera propuesta consistía en una vivienda unifamiliar, y Jujol recrea las formas de la Pedrera para convertir el edificio en el zócalo de una gran estatua de la Virgen. El segundo encargo es también para una vivienda unifamiliar, en este caso para un médico, pero finalmente el contratista decide venderse una parte del solar y construir un edificio de viviendas al resto. Se utiliza el sistema dúplex para contrarrestar la escasa superficie del solar e incrementar las viviendas en una tercera parte. El proyecto de Jujol incorporaba un ático destinado a un hermano de Planells, con una banda de tribunas en la fachada que sostenían una cúpula con el anagrama mariano. El edificio realmente ejecutado, hasta el segundo piso, enlaza más con la retórica del racionalismo emergente que con las formas heredadas del modernismo.
Situado en un pequeño solar en esquina de la avenida diagonal de Barcelona con la calle Sicília, el edificio nace del encargo de Evelí Planells, contratista, en 1922. Es el tercer proyecto elaborado por Jujol al cliente.
En una primera fase se proponía una vivienda unifamiliar con jardín para un médico, pero finalmente el contratista optó por vender la mitad del solar, hecho que empujó a Jujol a elaborar una segunda propuesta.
Ésta también era una vivienda unifamiliar, que se entendía como un monumento a la purísima concepción, inspirada también en la idea que Gaudí había propuesto en la casa Milà. Sin embargo, el proyecto tampoco convenció al contratista, que decidió hacer un tercer encargo a Jujol, una casa de tres pisos para poder sacar más rendimiento al solar.
La casa constaba de entresuelo y planta principal y se optó por la tipología dúplex para sacar partido de las reducidas dimensiones de la parcela. El proyecto de Jujol incorporaba también un altillo para el hermano de Planells, que era pintor, con una banda de tribunas en la fachada que sostenían la cúpula con el anagrama mariano.
Jujol sólo construyó las dos primeras plantas del proyecto, que fue concluido más tarde. A pesar de los cambios de uso que ha sufrido y la dureza de las construcciones vecinas, el edificio se ha mantenido siempre con esa sensación de fragilidad y serenidad, arremolinada por el tráfico, en la esquina.
