La disposición de las viviendas adopta una solución que trasciende las tipologías habituales legadas por la tradición. Todas las viviendas tienen una fachada que da al patio interior de la manzana, que ofrece la mejor soleada para las salas de estar. Los dormitorios forman un cuerpo separado, alineado con ambas calles, conectado al cuerpo interior por unos largos pasillos. Ambos cuerpos quedan separados por un patio abierto que abarca todo el edificio de extremo a extremo. Los pasillos cobran mayor importancia en la distribución de las viviendas, ya que disponen de mucha luz natural y otorgan un carácter más abierto al espacio residual central.
La principal característica que destaca en este inmueble en el barrio de Sant Gervasi es el hecho de que las viviendas en la planta tipo estén divididas, a través de patios, en dos partes independientes dando lugar a una separación radical entre la zona de estar, con iluminación de sur, y la zona de dormitorios, con vistas a la calle. En cada vivienda, estas dos áreas están conectadas a través de pasadizos que adquieren la calidad de espacio intermedio.
El proyecto en su conjunto se puede entender como una reinterpretación de la tipología tradicional de vivienda colectiva del Eixample de Barcelona, desarrollada a finales del siglo XIX y en constante evolución desde entonces. Algunas de las características palpables en el esquema de ordenación y en las propias viviendas del proyecto, como por ejemplo la profundidad, la disposición en abanico, la división día-noche o los patios de luces, son de hecho elementos muy presentes en la tradición constructiva del Ensanche.
La elección de los materiales, tanto en la carpintería de madera en las ventanas como en los cerramientos de obra de fábrica de la fachada principal, refuerza la imagen tradicional del edificio, muy alejado de los cánones del movimiento moderno más estricto. Es evidente, además, la influencia de la arquitectura neo-liberty surgida en Milán en la década de 1950, muy presente por aquel entonces en la ciudad de Barcelona. Esta corriente artística, con exponentes como el arquitecto Vittorio Gregotti o el estudio BBPR, proponía una ruptura con los CIAM y apostaba por un revival del Art Nouveau y la arquitectura tradicional en Italia.