El planteo económico del proyecto obligaba al máximo aprovechamiento del solar, situando en planta el mayor número posible de viviendas de 60 a 70 metros cuadrados de superficie cada una. Fue, por tanto, necesario hacer un cuerpo volado, prácticamente alrededor de toda la línea de fachada del solar. Dada la inclinación a 45 grados de la zona del chaflán y la necesidad de mantener en las viviendas un paralelismo de crujías, el cuerpo volado del chaflán, avanza con soportes a 45 grados. Esta exigencia puramente constructiva es precisamente lo que da todo el juego expresivo del hormigón armado de la planta baja. Sobre esta base de hormigón que constituye la planta baja y los semisótanos, se apoyan los muros de ladrillo visto, con tendencia a ser absolutamente macizos en la zona orientada más al norte y abiertos en la sur. El remate de la casa se hace con una cubierta de teja que aprovecha al máximo las posibilidades de edificación que ofrecen las ordenanzas municipales de Barcelona, y se corresponde claramente a la estructura en planta y evita el consabido desorden volumétrico que provocan los áticos y sobreáticos retranqueados. En la fachada se utiliza solo el ladrillo, el hormigón y la cerámica. El ladrillo en los paramentos macizos. El hormigón en los soportes de planta baja y los canales de la cubierta. La cerámica vidriada, en calidades y dibujos tradicionales de Cataluña, en el revestimiento de elementos sin acabado propio: sofito de los voladizos, faja extrema de los forjados de techo, antepechos de ventanas y balcones, etc. Las barandillas de los balcones son de pasamano de hierro, utilizando el sistema tradicional del "tirabuzón" retorcido en frío. Es un sistema que, independientemente de su posible valor decorativo, tiene la ventaja de aumentar según el eje débil el momento de inercia del pasamano, con lo cual, a pesar de utilizar secciones pequeñas, se rigidiza lo suficiente en ambos sentidos. Las cajas de las persianas arrollables son unos simples delantales de granito artificial de color rosa, apoyados sobre el muro mediante unas orejas solidarias del mismo material. En los interiores de vestíbulos y cajas de escalera se ha dejado el ladrillo visto con barniz brillante. Los pavimentos de entradas y escaleras son de mármol blanco. La iluminación se hace con simples globos de vidrio opal y lámparas de mina con protección de reja y cristal empotradas en los muros.
