Mansión señorial de estilo modernista, de planta cuadrada con bajos y dos plantas y una torreta copada por una aguja cónica cubierta con cerámica vidriada. El portal es de medio punto con dovelas muy amplias de piedra, al igual que los enmarcados de las ventanas. Estas son de estilo neogótico. Los muros son de piedra y partes de ladrillo. Las fachadas están decoradas con gárgolas. La cubierta es de teja con aditamentos de vidriados en las cumbreras y las franjas, y la cornisa está trabajada con arcadas de obra vista y mayólicas. La azotea tiene unos acabados con almenas y dos chimeneas. En la torre hay un letrero de cerámica verde con el nombre del promotor, "Garcia". La decoración de la construcción se inspira en elementos del gótico y la arquitectura rural catalana. En el interior del inmueble hay una gran escalera con escalones de piedra y mármol; el tramo final es de madera. Completo el conjunto un jardín alrededor de la casa, así como edificaciones anejas no adosadas. Los terrenos de la finca pertenecían anteriormente a la masía Font. Frederic García Illa, propietario de los terrenos y fabricante de cementos de Vallirana, encargó la construcción de este edificio en 1899 como vivienda -no como explotación agrícola, a pesar del nombre de "granja"-. El arquitecto fue Antoni Maria Gallisà y las obras terminaron en 1900. Los bajos están trabajados por el arquitecto Josep Font i Gumà. La casa y el conjunto fueron adquiridos por Joan Giménez Yebra en los años 60 del siglo XX.