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Torre d'en Brunet
autoria desconeguda
Situada al sudeste del núcleo de Sant Salvador de Guardiola, cerca de la nueva Casa del Brunet. La torre de Brunet era una torre de telegrafía óptica militar. La edificación presenta la tipología clásica de este tipo de construcciones. Era de planta cuadrada y tenía un cuerpo rectangular defensivo de vanguardia adosado a la cara norte, además la rodeaba un foso. En alzado se componía de una planta baja ligeramente ataludada con cuatro aspilleras en cada cara, un piso superior con aspilleras y ventanas, y finalmente una azotea (parcialmente en ruinas). La puerta de acceso se abría a la altura del primer piso de la cara sur, probablemente se accedía a ella mediante una escalera de madera que se guardaba en el interior. Los muros son de mampostería de piedra rústica rebozada y la divisoria de los pisos está marcada por un perfil sobresalido. La torre del Brunet formaba parte de la línea de telegrafía óptica militar Barcelona-Manresa-Solsona. Esta línea compartía las siete primeras torres telegráficas con la línea de Barcelona-Lérida. Así pues, la línea empezaba en la torre del Castillo de Montjuïc y continuaba hasta la torre de Can Maçana o la Guardia, en la villa del Bruc. Luego giraba hacia norte en dirección a la torre del Brunet. La torre del Brunet, a 420 m. de altura, tenía visual directa con la torre anterior de Can Maçana del Bruc situada a 7,4 km. de distancia en dirección sur. La torre trasera era la de Puigterrà de Manresa, a 6,8 km. en dirección norte (desaparecida). La torre posterior conservada en esta última es la de Sant Martí de Torroella en Sant Joan de Vilatorrada. La torre de Brunet formaba parte de la línea de telegrafía óptica militar Barcelona-Manresa-Solsona. La telegrafía óptica es un sistema que se basa en una serie de señales realizadas en un punto alto, como puede ser una torre o un campanario, por un operario y que otro operario ve desde otro punto, comunicado visualmente, y lo repite; de esta forma un mensaje se puede transmitir rápidamente desde un punto a otro de la línea. Había varias formas de realizar las señales, como un alto palo de madera con dos travesaños en los extremos que, accionados por poleas, podían cambiar de posición; cada posición era una letra o clave que gracias a un libro de claves podía descifrarse. Los operarios o torreros, disponían de unas gafas de larga vista que permitieron que la distancia entre los distintos puntos fuera mayor que si no dispusieran de ellas. Mientras que en países como Francia o Inglaterra ya se habían construido líneas de telegrafía óptica a finales del siglo XVIII, en España no se inicia la construcción hasta 1844, momento en que en algunos países ya se había empezado a utilizar la telegrafía eléctrica. La creación de una línea implicaba la instalación de los sistemas de comunicación en puntos altos ya existentes o la construcción de torres en los sitios donde la distancia era demasiado grande. En Cataluña, la primera línea procedía de Valencia y llegaba a La Jonquera pasando por Barcelona. Durante la segunda guerra carlista (1846-1849), el marqués del Duero, capitán general de Cataluña, encargó el desarrollo de una importante red de telegrafía óptica fija militar. Se crearon 6 líneas, entre ellas la de Manresa – Vic – Girona. En 1853 se construye la primera línea de telegrafía eléctrica entre Madrid e Irún, lo que marcará el inicio del abandono de la telegrafía óptica y el desuso de las torres construidas para este fin. En 1857 se produce el desmantelamiento y abandono de las torres de telegrafía civil, y en 1862 se oficializa el abandono de las torres militares. De esta forma se pone fin a la corta historia de la telegrafía óptica en Cataluña pero que dejó como testigo las torres de telégrafo.1844