El solar del proyecto es alargado y ocupa toda la longitud de una calle secundaria limitada por dos calles principales en los extremos. La actuación está formada por una hilera de treinta casas de dos plantas que se disponen entre medianeras y por cuatro viviendas- dos pareadas en cada extremo- que se separan de la hilera central y se orientan hacia las calles de los extremos. El módulo de vivienda se soluciona con tres tipologías en función de su posición en el solar. Las casas en hilera responden a la tipología A y B, de idéntica composición pero con una leve variación en su anchura, que otorga a la segunda una mayor superficie. En ellas el arquitecto asigna una crujía por casa –de 3,45 i 3,75 m, respectivamente- y organiza la planta a través de una escalera central que organiza la disposición de las estancias con la mínima repercusión de espacio para la distribución. La planta baja consta de recibidor y estar comedor en la parte delantera, y cocina y dormitorio, en la parte posterior. En la planta primera se dispone el dormitorio principal con terraza en la parte delantera, un dormitorio en la parte posterior y el baño adosado a la escalera central. Además, todas las casas disponen de un pequeño jardín de entrada y un patio posterior. Las casas pareadas de los extremos responden a la tipología C y se solucionan mediante dos crujías por casa –de 3,98 m y 2, 65 m-. En la crujía mayor de planta baja se sitúan el estar y el comedor - en dos estancias independientes-, el garaje, la cocina y un aseo. En la planta primera se disponen los cuatro dormitorios y un baño. La escalera se sitúa en el centro de la crujía de mayor anchura. Igualmente, la casa dispone de un jardín de acceso y un patio posterior. El proyecto contiene 20 viviendas de tipología A con una superficie de 77,61 m2 construidos; 10 viviendas de tipología B, de 71,84 m2 construidos; y 4 viviendas de tipología C, de 126,32 m2 construidos. El total construido es de 2.656,48 m2

El edificio Almatà supone la introducción en Balaguer del primer edificio de viviendas en altura para familias acomodadas y el primero que afrontó su construcción enteramente con estructura de hormigón armado. Los habitantes de la población aceptaron de buen grado el confort de estas viviendas, a imagen de las que se estaban construyendo en Barcelona, donde el bienestar está impregnado en su concepción: estancia con flexibilidad de usos, generosidad en el espacio de estar, doble circulación, doble acceso y terraza con vistas. El edificio se percibe como un prisma neto gracias a su posición en esquina y la separación que plantea con el edificio vecino. La fachada principal se forma por la yuxtaposición de dos capas: la interior, la fachada de cerramiento, y la exterior, los balcones y barandillas. La capa interior está pautada por la retícula de los elementos estructurales de hormigón vistos. En los paños entre pilares, se alternan las aperturas vidriadas con superficies opacas revestidas de plaqueta de gres de color gris claro, en comunión con el color del hormigón. Sobre esta capa se superpone la capa exterior, una trama ligera formada por los balcones a doble altura –dispuestos a tresbolillo– con sus montantes y barandillas metálicos, también en tonos grises. La superposición de ambas tramas origina una nueva trama que confía en las líneas y figuras planas para la obtención de una imagen plástica propia del lenguaje moderno. La fachada secundaria, la del testero, se configura con franjas horizontales revestidas de plaqueta de gres de color amarillo claro que se alternan con franjas horizontales formadas por una ventana corrida en cada planta. En ambas fachadas se enfatiza el valor del plano con la disposición de los cerramientos a ras del revestimiento de fachada, generando un plano continuo de colores suaves, sin sombras ni salientes. La asimetría de la fachada –a pesar de proponer una planta simétrica– sigue la voluntad de modernidad del edificio que se acentúa con el alero de hormigón en cubierta, sobrevolando una parte del edificio. La construcción del edificio Almatà supuso un cambio en los sistemas constructivos de la Balaguer y devino un símbolo de prosperidad en la ciudad, cambiando la percepción de los habitantes respecto la naturaleza residencial del ensanche, en un entorno periférico, las tierras del poniente catalán.

Els jutjats de Balaguer se situen al nucli antic, un dels centres històrics àrabs més importants de Catalunya. Aquest es caracteritza per la seva morfologia irregular que es va adaptant a la marcada topografia de l'indret. L'estructura d'estrets carrerons i porxos permet recórrer el nucli antic per espais en ombra i contínues perspectives creuades, descobrint constantment nombroses situacions urbanes. Un dels objectius era aconseguir l'equilibri entre els requeriments i les condicions dels espais de treball i el lloc on s'implanta l'edifici. El programa i l'estructura generen el ritme mentre que les alineacions i les traces urbanes modelen i llimen el volum regular de l'edifici. L'espai intersticial que separa l'interior de l'exterior, ofereix la privacitat necessària als jutges i altres usuaris. El vestíbul i l'espai porxat d'accés configuren la façana de la plaça i enllacen el nou equipament públic amb l'estructura urbana de nucli antic de Balaguer.