Cuando, en 1862, empezó a urbanizarse el nuevo barrio del Eixample, el ayuntamiento todavía no había resuelto el abastecimiento de agua potable a todas sus viviendas. El 14 de octubre de ese mismo año, el intendente honorario de la provincia de Barcelona, Jaume Safont i Lluch, concedió este terreno a la Sociedad de Crédito y Fomento del Eixample de Barcelona, que a su vez contrató al arquitecto Josep Oriol Mestres i Esplugas para que diseñara una torre de aguas para abastecer la zona. En un principio, el arquitecto municipal no aprobó el proyecto de Mestres (una torre hexagonal de 24 m de alto con capacidad para 730 m³ de agua) porque rebasaba los 20 m de altura máxima permitida en el Eixample. En mayo de 1867, el alcalde Luis Rodríguez Téllez firmó los permisos para la construcción considerando que no se podía garantizar un buen fluido en los edificios altos si la torre medía lo mismo que aquellos. Esta construcción formaba parte de un conjunto de edificios destinado a la elevación y distribución de las aguas por medio de una máquina de vapor de 20 cv (que posteriormente se electrificó) para subir el agua del pozo inferior al depósito superior. De planta hexagonal, la estructura en alzado de esta torre comprende hasta seis niveles, el último destinado a depósito de aguas, y una azotea. Estos niveles se hacen evidentes en el exterior por medio de los molduramientos de ladrillo que marcan la presencia de los forjados. Toda la construcción está realizada en ladrillo visto y sus aperturas presentan forma de arco de medio punto sin enmarcados. En los cuatro primeros niveles los muros planos de cierre se enlazan con los pilares de los ángulos de forma homogénea. Sin embargo, el cuarto nivel ya presenta, en vez de ventanas, balcones que reposan sobre arcos rebajados y con barandilla de ladrillo formando romboides. A partir de este nivel, los muros de refuerzo presentan una planta circular que se adapta al edificio por medio de arcos escarzanos y canecillos de ladrillo. El quinto nivel presenta las aperturas en forma de arco geminados dentro de arcos ciegos. Al tratarse de lo que, originariamente, era el último nivel reservado a la cisterna superior, presenta el antiguo coronamiento del edificio, a base de un cornisamiento adornado a base de ménsulas. Sobre este cornisamiento se levanta el sexto nivel que, siendo resultado de una remonta posterior, presenta un nuevo cornisamiento de estuco adornado con ménsulas y óculos. La ventilación de este nivel se produce a través de estrechos respiradores incisos directamente en el muro. En el interior, seis muros dispuestos de forma radial compartimentan el espacio reparten el enorme peso de la cisterna superior. Cada uno de estos compartimentos está cubierto con bóvedas rebajadas de soporte, excepto el compartimento que contiene la escalera que conduce hacia la cima de la torre.