Se trata de una interpretación personal del concepto de vivienda legada por Le Corbusier. Las viviendas se organizan en dos niveles, con acceso independiente. En ambas plantas, un pequeño distribuidor central da acceso a todas las estancias. Abajo se encuentra la sala de estar, el comedor, la cocina, un dormitorio y las zonas de servicio. Arriba está el resto de los dormitorios, además de una galería que rodea la sala de estar y va a morir en el pequeño balcón de la esquina. La organización en viviendas dúplex queda reflejada en la fachada, que altera la escalera convencional y propone una imagen más dignificada de la vivienda urbana.

El edificio ocupa una esquina en la zona alta de Barcelona, y está formado por un total de seis viviendas dúplex, con un espacio a doble altura en la sala de estar. La elección del dúplex, que era una novedosa solución tipológica en ese momento, permitía reducir la superficie de las zonas de paso de las viviendas. Dentro del edificio encontramos todo tipo de artefactos técnicos, como tubos de recogida de basuras, ascensores con doble cabina (ascensor y montacargas), montaplatos, etc., que expresan la tendencia maquinista del edificio. Gracias a las dimensiones holgadas de las viviendas, Sert pudo explorar con gran intensidad las posibilidades expresivas del lenguaje purista de Le Corbusier, hasta el punto de que este edificio se puede considerar como uno de los más significativos de su época. En la fachada que da a la calle Muntaner se expresa la distribución interior de los dúplex, a través de la alternancia de ventanas, terrazas y balcones; en cambio, en la fachada que da a la calle Párroco Ubach, los balcones se repiten de arriba abajo. Las dos primeras crujías que dan a la calle Muntaner son de estructura metálica, las demás, de muros de carga. Los cerramientos de estuco están pintados de color gris y verde pálido (verde Bauhaus), los tubos de acero son blancos, las ventanas metálicas, de color gris oscuro, y la parte baja del edificio está revestida con paneles de vidrio, pintados por su cara interior.

Realizado entre 1930 y 1931 por Josep Lluís Sert, con la colaboración de Sixte Illescas i Mirosa, este bloque de viviendas en dúplex de la calle Muntaner es una de las obras más significativas de la corriente racionalista catalana y española.

Este edificio de viviendas conocido como Casas Josefa López se localiza en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, en una manzana enmarcada por las calles Tavern, Muntaner y Rector Ubach. La finca se levanta concretamente en la esquina de la calle Rector Ubach (núm.21) con Muntaner (núm. 342-348).

La finca se desarrolla en un solar de 18 x 17 m., ocupando una superficie construida de 1520 m² con una planta cuadrangular muy regular y distribuida en ocho niveles de alzado. El edificio consta de seis pisos para viviendas, un nivel superior para estudios y la casa del portero; una planta baja destinada a tiendas, garaje para inquilinos y un sótano.

El nivel de sótano ocupa media planta y está destinado a los servicios de calefacción, maquinaria del ascensor, contadores de suministros y trastero. En esta planta desembocan también los tubos de basura que se pueden sacar a la calle Rector Ubach desde una escalera independiente.

En la planta baja -hacia el lado de la calle Muntaner- se localizan dos tiendas, la entrada a la finca y el garaje, que comunica con la escalera a través de una puerta independiente. En este piso se localiza también el vestíbulo de la finca con dos tramos bien definidos; el primero se configura como el acceso propiamente dicho desde la calle al edificio y el segundo acoge la portería, la escalera de vecinos y el ascensor.

A través del ascensor o de la escalera de vecinos se accede a cada una de las viviendas de la finca, con la característica de que hay dos pisos por rellano de escalera, pero con la entrada cada dos rellanos, ya que cada vivienda ocupa dos medias plantas superpuestas.

La estructura original de estas viviendas dúplex fue descrita en la Revista AC en 1931 y todas las reformas practicadas en algunos inmuebles -que han sido divididas en dos apartamentos- todavía se mantiene parte de la distribución del proyecto arquitectónico primitivo.

Una de las características más relevantes de la configuración espacial de estas viviendas es, precisamente, su configuración en dúplex. Este modelo se presentó en los años treinta del siglo XX como una propuesta innovadora y alternativa al tipo consolidado en el Eixample, con casas alargadas que se extendían de la fachada principal a la del patio de manzana. En este edificio en cambio, las seis viviendas en dúplex permiten realizar una organización espacial vertical que permitió suprimir el corredor o pasillo de la casa y los patios de luces de ventilación de las estancias interiores. En su sitio los arquitectos proyectaron dos vestíbulos de 2x7m; un superior para uso particular del inquilino y del servicio, y un inferior que constituía la entrada principal a la vivienda.

Dado el carácter particular y privado de este edificio, la descripción de sus interiores resulta complicado, más allá del acceso a alguna de las viviendas modificadas y segregadas recientemente. Es por este motivo que se ofrece una descripción de los espacios como estaban en los años 30 y que, en cierto modo, se han mantenido en algunos pisos.

En planta se distinguen dos zonas que se comunican verticalmente a través de una escalera localizada en la sala de estar. Así encontramos la zona de noche que da a la calle Rector Ubach y que alberga los dormitorios, mientras que la zona abierta a la calle Muntaner acoge la sala de estar con la cocina, el comedor y un dormitorio principal.

En la planta baja de cada vivienda se localizaba en origen el citado vestíbulo, el cual daba paso a la sala de estar o "living-room" -como la llamaban en la época- y que a través de unas puertas plegables podía incorporarse al comedor que se localizaba en ese mismo nivel. La sala de estar dispone de una doble altura con una galería o altillo junto a la calle Muntaner y una escalera al lado opuesto que comunica interiormente las dos plantas de la vivienda.

En la planta superior de cada vivienda (las que todavía conservan la estructura original) se encuentra un dormitorio con baño (para invitados) dormitorio de servicio con un aseo y un office que comunica con el vestíbulo, el comedor y la cocina. También en esta planta hay tres dormitorios principales, uno de ellos con una galería en la calle Muntaner y otro dormitorio de servicio. Éste último y la sala de plancha se abrían en el vestíbulo de este piso superior y tenían salida a través de este y de forma independiente, hacia la escalera.

El nivel superior de la finca está ocupado por unas viviendas que en el proyecto original se conocían como "planta estudios" y donde se localizaba la terraza, en la que tenían los pisos superiores, puesto que estaban situadas encima de las salas de estar.

Uno de los elementos más emblemáticos del edificio es precisamente la fachada, tanto la de la calle Muntaner como la del Rector Ubach. Con la sencillez que caracterizó al movimiento racionalista, presenta una ordenación exterior que es consecuencia de la distribución interior.

Ambos frontis presentan una terminación con superficies estucadas, de color verde pálido que enfatizan el rigor geométrico de la composición y contrasta con el blanco de los hierros tubulares y el gris oscuro de la carpintería metálica de las ventanas. Estas ventanas (de la casa "Fenestre Cristal" de tipo estándar) se configuran como algunos de los elementos más característicos del Movimiento Moderno, debido a su componente horizontal y el diseño estilo barco de las barandillas.

En la fachada de la calle Muntaner alternan ventanas horizontales (cuatro correspondientes a la sala, comedor y dos viviendas) con la galería de los dormitorios y el pequeño balcón del altillo de la sala. En la fachada de la calle Rector Ubach los balcones de ángulo son la prolongación del altillo de la sala, dando a las vigas un mejor apoyo y facilitando la limpieza exterior de los grandes ventanales de la sala, fijas por motivos de economía.

Realizado entre 1930 y 1931 por Josep Lluís Sert, con la colaboración de Sixte Illescas i Mirosa, este piso de viviendas en dúplex de la calle Muntaner es una de las obras más significativas de la corriente racionalista catalana y española.

Este edificio fue un encargo realizado por su madre, Jenara López Díaz de Quijano, como pisos de alquiler; por eso es conocido como "Viviendas Jenara López" o "Viviendas Josefa López", por un error de transcripción. Uno de los estudios de la última planta fue también la residencia de Josep Lluís Sert hasta el año 1939, cuando se exilió.

Estamos ante una obra fundamental -junto a la casa de la Vía Augusta 61 de Rodríguez Arias - dentro de la plenitud de la ortodoxia metodológica y lingüística del racionalismo, pudiendo considerarse como la primera obra madura del racionalismo español y siendo el primer edificio de viviendas resuelto del sistema dúplex.

Estructurado sobre una planta en dúplex, representa una de las aportaciones tipológicas más originales del GATCPAC creando un fuerte contraste entre la modernidad de esta obra y el eclecticismo clasicista de muchos de los edificios existentes en este sector del Eixample.

Una de las características más relevantes del edificio es precisamente su configuración en dúplex. Este sistema era una novedad en la época por un edificio de viviendas y permitió reducir los pasillos de las viviendas, oscuras y mal iluminadas en pro de los dos niveles y unos vestíbulos organizadores de los espacios. También se introdujeron otras novedades referentes a los suministros de servicios a las viviendas como los tubos de recogida de basura y el ascensor con doble cabina (ascensor y montacargas).

En 1975 se restauró y se dio una notable revalorización, a pesar de los cambios de los áticos y las tiendas de planta baja. Actualmente algunas de las viviendas se encuentran reformadas y segregadas.