Edificio de gran tamaño situado en el barrio de La Bonanova. Ocupa el final de una estrecha manzana, lo que hace que tenga tres fachadas: una grande que da a la Ronda General Mitre y otras dos estrechas en la calle Balmes y en la calle del Miño. Consta de planta baja, seis plantas, ático y sobreático retirado del plano de la fachada. Existe un gran contraste entre las dos esquinas de la casa; la de la calle Balmes hace una gran forma redondeada que recuerda a un barco, mientras que la de la calle Miño se remata en arista, lo que hace que el chaflán entre la calle Balmes y la Ronda del General Mitre coja un gran protagonismo y se convierta en la vista principal del edificio.
En la planta baja, las aperturas siguen un ritmo regular y el paramento está recubierto de piedra gris oscura, excepto en la parte inferior de las ventanas de la Ronda, donde la piedra es de color claro. El paso de la planta baja al primer piso lo marca un balcón corrido de obra que recorre las tres fachadas. El muro de los seis pisos superiores forma una cuadricula marcada por los ejes horizontales de las aperturas y los verticales formados por los cambios de menaje, entre obra vista y hormigón. En las zonas de las esquinas el muro se avanza respecto al plano de la fachada y estos adelantamientos se rematan con balcones redondeados, lo cual crea un juego de espacios llenos y vacíos que da una gran plasticidad a las fachadas. Las aperturas son rectangulares y destacan las del chaflán redondo donde hay tres ventanas, por planta, separadas por una fina columna lisa que dan la impresión de ser una gran ventana corrida.
El ático ocupa menos espacio que los pisos inferiores, lo que hace que haya terrazas ajardinadas. El muro de este nivel es todo de hormigón, rompiendo los ejes verticales de ladrillo, y se abren ventanas rectangulares y dos ojos de buey en la fachada de la Ronda del General Mitre. En la esquina con la calle Balmes, la fachada retranquea unos metros y el muro también hace una forma redondeada, pero con un ángulo más agudo. Todo este nivel está coronado por una moldura lisa y el muro de cierre de la azotea. El sobreático no es visible desde la calle.
Edificio encargado por Lluís Jara Urbano, que fue ingeniero jefe del Ayuntamiento de Barcelona. Durante los años 40 fue el responsable de planificar el trazado del metro, y en los años 50 del alcantarillado urbano.