Un lucernario de 3 plantas.
La nueva casa es una ampliación de una antigua casa popular de este barrio industrial de Barcelona. La casa existente, entre medianeras, se encontraba en una parcela muy estrecha y alargada, y tenía dos plantas de altura y un patio posterior que pertenecía a una mayor estructura de patios de interior de manzana. Actualmente, la normativa de esta zona de la ciudad permite subir una planta más, es decir, hasta tres plantas, y extender la casa en profundidad hasta cinco metros más.
El principal problema en ampliar una casa tan estrecha en profundidad y altura es iluminar la parte central, logrando que la luz penetre hasta el nivel de planta baja. Así pues, la decisión fue la de transformar la escalera principal en un lucernario de tres plantas de altura, como una enorme lámpara que lleva luz en toda la casa hasta la planta baja, donde se encuentra la sala de estar.
Esta escalera es el lugar donde los miembros de la familia se encuentran, el espacio público de la casa. Al entrar en este espacio se experimenta un cambio de escalera: se abren largas vistas diagonales, de hasta 10 metros de largo, una sorpresa en la casa. Se ha introducido un gran volumen de aire en una parcela que parecía no ser capaz de contenerlo. Cada habitación de la casa participa de la luz y visiones cruzadas a través de este espacio. El nivel principal de la casa parece ser el nivel 3, el segundo piso, en el que se encuentra la luz. Gracias a un pequeño patio, la casa empieza a ser transparente en este nivel, donde todo se mezcla: plantas, luz, lluvia, aire, madera, telas, cochecitos… La escalera atraviesa la casa cruzando la luz natural que llega desde arriba. Parece como si el espacio fluyera hacia arriba más rápidamente que uno mismo…
Hay una manera casi teatral de moverse a través de la escalera, apareciendo y desapareciendo… en cuanto la escalera toca la planta baja se convierte en una especie de lugar secreto. Quien lo utiliza desaparece de la vista y vuelve a aparecer por debajo del arco, sorpresivamente.
Actividad doméstica.
La familia que encargó la casa, sus futuros ocupantes, planteaban una forma de vivir muy intensa, llenando los interiores con actividades cotidianas. Así, las actividades diarias han quedado representadas en cada espacio, en cada pieza de mobiliario… La familia llena todas las habitaciones con su presencia.
La pareja con sus dos hijos siguió muy de cerca el proceso de diseño, comentando constantemente sobre cómo la casa ayudaría a organizar las actividades cotidianas: Dolors se encargaría de las tareas diarias de la casa; la lavadora estaría cerca del baño, en la zona de los padres; la comida se almacenaría en la despensa de debajo de la chimenea; la cocina, cerca del jardín, disfrutando de las vistas y los olores de las plantas y del huerto plantado allí; el jardín tendría un sitio para organizar barbacoas y para cocinar pan y pizzas con un horno de tierra; bañarse, comer, dormir… los niños se responsabilizarían de limpiar el piso superior. Las reuniones en nuestro estudio eran cada vez más largas e intensas, sus comentarios nunca hacían alusión a una atmósfera especial o al uso de un material concreto, sino que eran intensas conversaciones sobre las tareas domésticas, que suelen ser cíclicas y agotadoras, pero que ellos afrontaban con la ilusión de hacer de la casa una ayuda en el listado de tareas. Su entusiasmo fue contagioso y terminamos dibujando todos estos encargos, empujados por su actitud positiva.
Organización de la casa.
Las dos nuevas fachadas, la frontal y la trasera, contienen las habitaciones para los distintos miembros de la familia: dormitorios, estudios, una cocina relacionada con el patio posterior…
La escalera original, situada en medio de la casa, divide cada planta en dos ámbitos, el de la fachada a la calle y el que da al patio posterior.
El área central es donde todo coincide: el humo subiendo, la luz y agua bajando, la gente subiendo y bajando.
Las áreas exteriores.
Jardín trasero.
La relación entre la casa y su patio es clara y abierta. El patio es una extensión del interior de la casa, un lugar donde desarrollar o realizar actividades diarias al aire libre. Podríamos decir que la parte social de la casa se concentra hacia la parte trasera, lejos de la calle, en la zona más tranquila relacionada con el interior de manzana. En el extremo final del jardín hay una colección para guardar las herramientas del jardín, y una barbacoa con un horno de tierra para cocinar pan y pizzas.
La fachada posterior funciona en cierta medida como una torre, con pliegues que hacen el bloque menos compacto, más fragmentado, con varias ventanas que actúan como individuos que representan a los ocupantes de las diversas habitaciones.
Terraza superior.
La casa original tenía un techo a dos aguas, sin posibilidad de desarrollar actividades al aire libre. Directamente relacionada con la zona de los hijos, esta planta superior es una nueva habitación abierta al cielo, tranquila y solitaria durante el día, y al mismo tiempo un lugar donde organizar eventos sociales durante las noches de verano.