La promoción y construcción del pasaje y de los edificios que lo conforman se debe a los banqueros Arnús i Codina, que en 1852 habían fundado en este lugar la banca Arnús. Aunque no se conoce el proyecto original de la construcción del conjunto, formado por tres solares irregulares alrededor del pasaje, el archivo Elies Rogent permite atribuir su autoría en 1864 a este arquitecto quien, en 1880, se hizo cargo de la ampliación, mejor documentada, de uno de los edificios.
El conjunto constituye una excelente muestra de este tipo de operaciones urbanísticas que, en la segunda mitad del siglo XIX y contemporáneamente en la edificación del Eixample, fueron llevadas a cabo para aprovechar mejor el espacio interior de grandes parcelas. Un ejemplo de construcción contemporánea muy similar es el conocido Passatge del Crèdit en la calle Ferran.
El estado actual de conservación es bastante precario, y han desaparecido la claraboya que cubría el pasaje, el reloj que desde un principio le dio nombre, -obra de Billeter- y que señalaba los días del mes, las fases de la luna y la hora en diferentes ciudades del mundo.
El Passatge del Rellotge se localiza dentro de la manzana delimitada por las calles Obradors, Rull, Escudellers y dels Còdols, abriéndose a estas dos últimas vías con el número 38-40 y 2-8, respectivamente.
La entrada queda señalada en ambas vías con un gran arco de medio punto que las monumentaliza. Se trata de dos portadas de piedra con sillares y dovelas de piedra que configuran un arco que imposta sobre un dintel recto donde se encuentra el rótulo de "PASAJE DEL RELOJ". Este arco queda cubierto con una verja muy ornamentada que se complementa con la que cierra la entrada al pasaje. Las dos entradas quedan cubiertas por un techo plano de madera decorado con molduras y florones de madera, actualmente pintando en blanco.
El pasaje tiene forma de "T" de lados desiguales, uno con salida en Escudellers, otro en Còdols y el tercero, más corto, sin salida. Como ya se comentaba anteriormente, el Passatge del Crèdit comunica y da acceso a un conjunto de edificios que se distribuyen longitudinalmente a sendos lados de este paso. Los edificios que la rodean -una parte de los cuales estaba destinada originariamente la sede de la banca Arnús- tienen un sencillo diseño unitario, con pisos separados por molduras. Se trata de unas construcciones con seis niveles de alzado, disponiendo de planta baja, entresuelo y cuatro pisos más. La planta baja queda destinada mayoritariamente a espacio comercial, aunque algunas de las entradas a las viviendas también se localizan en este pasaje. Algunas de las aperturas de la planta baja han sido modificadas y convertidas en ventanas. Este piso se separa del nivel de entresuelo a través de una moldura esculpida con una cenefa geométrica de inspiración griega y rematada por una pequeña cornisa. Las aperturas de este piso son balcones con alféizares y con barandilla de hierro, algunas de las cuales quedan flanqueadas por paneles pictóricos que reproducen un marco amarillo que enmarca un espacio blanco. En cuanto al resto de niveles, las aperturas se configuran como balcones en voladizo con losa de piedra y barandilla de hierro. Esta losa reduce su anchura hacia los pisos superiores y desaparece en el último nivel, convirtiéndose en un balcón ampitado como el que hay en el entresuelo. A pesar de la falta de una decoración específica en las aperturas, en cota de la losana del balcón se desarrolla un moldura que se repite en todos los niveles y los delimita visualmente. Cabe destacar que las ventanas del primer piso presentan una mayor altura, ya que como en el caso de las losanas del balcón- van reduciéndose hacia los niveles superiores. Finalmente, el edificio se remata con una cornisa y una azotea plana transitable.
Cabe destacar también las esquinas redondeadas de los edificios en las que se mantiene la moldura de los distintos niveles y, en el caso de la planta de entresuelo, los paneles pictóricos.