El proyecto intenta realizar una simbiosis entre los aspectos de la tradición de la casa mediterránea como el atrio de entrada, la calle interior de acceso a las viviendas, el patio-jardín de la casa romana, etc., con las intenciones del movimiento moderno, como la estructura de hormigón, el desdoblamiento en dúplex, la recuperación de la azotea, etc.
Asimismo, se entiende la construcción como un proceso artesanal con gran prevalencia de los oficios, utilizando técnicas antiguas como los estucos planchados de cal, los apliques o los pavimentos de gravas de mármol... junto con las técnicas más sofisticadas en el tratamiento de los plásticos, cristales y aluminio.
El hecho de que la nueva normativa de la A.M.B califique grandes zonas de los núcleos urbanos como residencial extensiva (12 y 13) – donde la gran altura de la planta baja desplegada se iguala en el cuerpo principal del edificio, junto con que más del 50% del edificio no se destina a residencia – pienso que obliga a una reconsideración bastante radical en la elaboración del proyecto, tanto en criterios compositivos como en los programáticos y tipológicos.
En esa breve memoria me limitaré a enumerar algunas de las intenciones del proyecto que prefiguran el resultado final, sin entrar en consideraciones sobre el lenguaje formal empleado.
1- El cumplimiento de la normativa en referencia a los espacios de aparcamiento – evitando el trauma de la rampa y la utilización de un pequeño sótano entre las paredes medianeras – me llevó a la solución de los garajes laterales en la planta baja.
2- El atrio de entrada permite rehuir el tema del altillo en retroceso dando a los locales de dúplex una mayor calidad en forma de pequeña galería.
3- El trazado de la escalera de recorrido y la sustitución del ascensor por un pequeño montacargas exento, libera el centro permitiendo una lectura más global y clara desde el vestíbulo.
4- La suma de los espacios de circulación con las superficies necesarias de patios interiores permite una mayor generosidad en el tratamiento del espacio comunitario, transformándolo en calle y patio interior.
5- La elección de una tipología de viviendas de dúplex, recuperando para cada una de ellas su parte proporcional de azotea-solárium, las convierte casi en viviendas en hilera.
6- La recuperación del patio-jardín en el interior de la manzana, aprovechando el desnivel existente, permite la ubicación de los locales subterráneos y los pequeños estudios en dúplex con acceso desde la planta baja.