Todas las aguas de las pequeñas piscinas de los clubs que ocupaban la playa de la Barceloneta se han agrupado en un nuevo edificio y repartido en tres piscinas, una de ellas cubierta y con gradería.
El conjunto construido en tres etapas ocupa los terrenos de los antiguos Baños de Sant Sebastià, demolidos por ruinosos. Bañarse en las nuevas piscinas a 4m de altura sobre la playa establece una relación visual casi continua del agua dulce enmarcada y el agua del mar libre.
En la planta baja, la entrada al conjunto da acceso a vestuarios, gimnasios y almacenes. En el semisótano, un aparcamiento. En el nivel de la superficie de aguas y en la cara opuesta a la playa otros vestuarios, saunas, vapores, jacuzzis, salón social para el club y bar restaurante. En la cubierta, un frontón con graderías.
Todo en hormigón visto, tratado para exteriores junto al mar, para que forme parte de la familia de edificios portuarios aislados e industriales de la zona (cada vez más engalanados, más señoriales).
El programa del nuevo proyecto contemplaba dos zonas: una piscina cubierta y una piscina familiar al aire libre, con una terraza-solarium y un garaje para barcas. El edificio de la piscina cubierta está dividido en tres plantas. En la planta baja se encuentra la entrada principal, el vaso de la piscina registrable, la recepción, una pequeña administración y un gimnasio. En la segunda planta se encuentran la piscina, los vestuarios y las dependencias de control. En la tercera planta hay unas gradas para espectadores y un frontón al aire libre. La estructura del edificio es de muros de hormigón armado de color gris, tratado para los exteriores, ya que es un material de ejecución rápida y sufrido frente a las agresiones del medio ambiente. Las marquesinas, aleros y voladizos están protegidos con plancha de cobre. Una única abertura longitudinal relaciona visualmente la superficie de agua dulce con el mar.
