Paseando por el casco antiguo de Barcelona, por los alrededores de la catedral encontramos el Museo Marès, situado en la Plaza Sant Iu. Es un conjunto heterogéneo de edificaciones construidas en torno a un magnífico patio central. La primera sala (sala dels Arcs) se inauguró en 1946 (en ese momento se estaba reinventando el barrio Gótico). El museo fue creciendo hasta los setenta. No nos consta que jamás se hubiera redactado un plan director ni un proyecto de conjunto. Una buena parte está dedicado a mostrar su colección de pintura, escultura y bellas artes, y la otra a la pasión coleccionista del sr. Marès, que es donde se hace más evidente la relación entre el objeto y la forma de mostrarlo, propia de un museo de autor.
Desde un punto de vista arquitectónico, el resultado era un conjunto heterogéneo de salas y dependencias de forma diversa, sistemas constructivos diferentes y obsoletos, mal conectadas y que a menudo no estaban situadas en la misma cota.
El objetivo de este proyecto fue la rehabilitación arquitectónica y museográfica de la primera planta del museo, donde se expone su colección de escultura medieval. Aparte de ofrecer nuevas y mejores condiciones técnicas y ambientales para la exposición de las obras, el proyecto, sin renunciar a su propia identidad formal, da continuidad y completa la remodelación de la planta baja, que inició el arquitecto Josep Llinàs en el año 1999.
Para posibilitar la creación del mejor ambiente propicio para la exposición y contemplación de las obras, el nuevo proyecto se ha desarrollado en paralelo al proyecto museográfico y museográfico, donde se han definido conjuntamente y al mismo tiempo tanto el tipo de rehabilitación arquitectónica de las salas, sus accesos, relaciones espaciales y recorridos, como la nueva distribución de las colecciones, las vitrinas, los elementos de soporte, la iluminación de las obras y la señalización.
En definitiva, se ha construido un edificio (forjado, carpintería exterior e instalaciones), dentro de un edificio existente, con una nueva geometría. Entre los dos edificios (original y nuevo) se produjeron una serie de espacios intersticiales, utilizados para situar las nuevas salas de instalaciones, vitrinas u otros elementos de exposición. Las nuevas salas alcanzan el carácter de nuevo contenedor calificado y establecen una relación de yuxtaposición con el antiguo soporte. El nuevo proyecto se basa en dejar que los protagonistas sean los objetos y que las piezas que se enseñan no se entiendan descontextualizados, sino integradas en este nuevo espacio. Para alcanzar estos objetivos, las salas se han transformado en espacios de forma regular, se ha procedido a la apertura de nuevas conexiones entre ámbitos y a la eliminación de otros existentes y se han establecido nuevas relaciones visuales entre el interior y el exterior del museo. Además, se han suprimido las barreras arquitectónicas y se ha construido una nueva escalera y montacargas.
El proyecto museográfico determina la rehabilitación arquitectónica, así como la nueva distribución de las colecciones en el espacio de exposición, además de las vitrinas, los soportes especiales, la iluminación y la señalización. La principal característica de la nueva museografía es la creación de un ambiente óptimo para la exposición y contemplación de las piezas.
Para alcanzar este objetivo las salas se han transformado en espacios de forma y dimensiones regulares, procediendo a la apertura de nuevas conexiones entre ámbitos y a la eliminación de otros existentes. De esta nueva distribución ha resultado un espacio expositivo mayor y visualmente más limpio y la posibilidad de realizar un recorrido más coherente a través de las salas.
La voluntad de relacionar los diferentes espacios queda patente con la nueva apertura, que permite conectar visualmente el vestíbulo de la primera planta con el patio, que hasta ahora quedaba prácticamente escondido desde el interior del museo. Esta operación se complementará con la disposición de un menaje de vidrio sobre carpintería mixta, retranqueado un metro aproximadamente respecto al plano de fachada, de forma que no afecte a la composición del patio. Del mismo modo, la rehabilitación se ha complementado con la sustitución de todas las carpinterías existentes por unas nuevas y el tapido las ventanas que no ofrezcan vistas de interés.
La construcción de un nuevo forjado sobrepuesto al existente y no solidaria que para reforzar la estructura del edificio es otra de las intervenciones arquitectónicas de envergadura. Este forjado está construido en seco, a base de perfiles normalizados de acero apoyados en el forjado y muros existentes. Sobre este entramado se apoya una chapa metálica, sobre la que se coloca el pavimento. Con esta decisión evitamos, por un lado, realizar pruebas de carga en el edificio actual y, por otro, reforzar el forjado a base de conectores y una nueva chapa de compresión. Igualmente se ha reforzado desde debajo de las viguetas del techo de la planta primera con un perfil de plancha metálica galvanizada rellenado con mortero de resinas.
El derribo de la escalera entre las plantas primera y segunda del museo para construir una nueva en el mismo sitio también forma parte de la intervención.
Entre los elementos arquitectónicos de nueva construcción, también se ha incluido un núcleo de servicios sanitarios adaptados.
Por último, se ha realizado la remodelación del acceso principal del edificio sustituyendo la puerta de cristal actual por una doble puerta que forma un cancel de entrada, de forma que se pueda garantizar el control ambiental de las salas de la planta baja, y la entrada y salida eventual de las prendas.
Tal y como afirma Llatxer Moix en La Vanguardia "el ejercicio arquitectónico, como apuntábamos, no apela aquí al grito formal, sino al murmullo funcional. Los desniveles y alineaciones de las dependencias se han corregido o afinado con mucha sutileza; la frialdad de las salas se ha transformado en calidez a merced de telas de pintura anaranjada o en el recurso a paneles de madera clara, se han diseñado elementos como las vitrinas que en el palco suman a la función expositiva la de tamiz de la luz natural, y se ha actuado con discreción y armonía en las pocas ventanas o aperturas que dan a la vía pública."