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Iglesia de Santa Margarida d'Avinyonet del Penedès
autoria desconeguda
Situada en un rellano sobre una pequeña colina, al pie del Cabo de Grill, en el casco urbano de Cantallops. Junto a la capilla románica del Santo Sepulcro de Olèrdola es el único edificio de carácter religioso de planta circular existente en el Penedès. Es un edificio singular, de gran visibilidad desde todo el entorno. Tiene un carácter emblemático y en su interior se venera una imagen de Santa Margarita. Además, la cruz que hay sobre el altar era una cruz procesional barroca. Es sufragánea de la parroquia de Sant Pere d’Avinyó. Hay antecedentes históricos sobre la existencia de una capilla de Santa Margarita, así, en 1579, Jaume Peipo de Avinyonet, en su testamento dejó una cantidad para arreglar la Capilla de Santa Margarita de Cantallops, y en 1729 el Visitador General de la parroquia de Sant Pere d’Avinyó manda que los obreros de Avinyó fueran a arreglar la capilla de Santa Margarita de Cantallops (ESCOFET, 1981). Una de las señas de identidad de Cantallops es la iglesia que domina el pueblo, que fue consagrada el 20 de julio de 1975 por el obispo Capmany. A principios del año 1975, la iglesia de Cantallops (que todavía se conserva en la carretera) tenía una gran grieta, y además se debía atravesar la carretera y era peligroso. Fruto del empuje colectivo, en abril, la familia Fortuny Algueró ya había cedido un terreno a Cap de gruill, y los planos ya estaban hechos, así como todos los papeles en regla. El día 14 empezó a construirse el nuevo edificio, y a los tres meses, el 20 de julio, se inauguraba. Todo el mundo trabajó para hacer realidad el proyecto, bajo el cargo de los dos albañiles del pueblo (Joan Ràfols y Josep Guilera). Los domingos eran días de máxima actividad. Se explica que, para la Virgen de Montserrat, el 27 de abril, se pusieron más de 3.000 ladrillos. Sin embargo, hubo momentos delicados, como cuando se hacía la cúpula, o cuando se ponía la campana o la cruz. La forma redonda de la iglesia al principio costó asimilar, pero con el tiempo se convirtió en un signo identitario. Era un rasgo característico del pueblo. A medio construir había gente que preguntaba si era un depósito de agua o una plaza de toros. Cuando estuvo terminada y pintada, también se decía que parecía una tarta de nata con fresas. Pero, en realidad, mucha gente reconocía a Cantallops por la iglesia circular (GUILERA ALEMANY, 2000). La devoción a Santa Margarita, a la que se encuentra dedicada la iglesia actual, estuvo bastante presente en tiempos medievales. Geográficamente cercano se encuentra el antecedente de esta advocación en Santa María de Llinda, en la capilla derruida del siglo X. Resulta interesante la casualidad histórica de la existencia, en documentación del siglo XI, de un tal Llop-Sanç, afincado en las proximidades de Llinda en tierras que incluyen el "Campo de Lupo" (Cantallops?), encomendado en el año 1176 a Bertran de Solario, el dueño de Mas Bertran, por el monasterio de Sant Cugat (MARGARIT, 1983a). La antigua iglesia que se encuentra en la calle Santa Margarita (que sigue el trazado de la carretera nacional, fue construida por el padre de Llopart entre los años 1952 y 1958. Fue pagada por el pueblo y los ricos propietarios. La piedra se llevó desde las canteras que todavía se pueden ver bajo el cementerio de Les Gunyoles (información oral, Julià Marcè). Antes de la Guerra Civil había otra capilla de Santa Margarida cerca del camino de los Xops, con un pequeño barrio empedrado marcado por canceles bajos.segunda mitad del siglo XX