La intervención en Cal Xerta tiene por objetivo evitar la pérdida de un antiguo molino papelero, que se encontraba en desuso y en avanzado estado de ruina, con la intención futura de situar un centro de interpretación del papel, una actividad tradicional del valle del río Bitlles. Las primeras fases han servido para consolidar el edificio, rehabilitar sus fachadas y adecuar la planta baja y las plantas inferiores de los antiguos talleres. En el exterior, el diferente tratamiento de las fachadas explica el crecimiento del edificio a lo largo de su historia. Una aproximación dual que se repite en el interior. En la zona de talleres las intervenciones son puntuales y buscan garantizar la seguridad de la visita sin dañar la expresión de la memoria del sitio. Una nueva plaza cubre la antigua cubierta de los talleres, espacio sin resolver, resultando de un derribo previo, para convertirse en un mirador sobre el río y el paisaje productivo y final del futuro recorrido museográfico.