El parque se estructura mediante dos tipos de recorridos: los responsables de la conectividad directa entre la ciudad y el parque y quienes ordenan los recorridos a través del paisaje, enlazando las diferentes zonas de estar para llegar a los puntos más significativos. También puede explicarse la diversidad de recorridos atendiendo a la diversidad de materiales que los forman. Cada tipo de pavimento corresponde a un recorrido diferente con otra función en el conjunto de la intervención. Los recorridos de conectividad urbana se concretan con materiales de origen mineral. Los recorridos propios de la parte alta del Parque del Turó del Sastre se definen con materiales de origen vegetal.

El proyecto aprovecha la condición periurbana del terreno y la diferencia de altura de 18 m entre las calles para dividir el edificio y dotar a los tres nuevos volumes de galerías, introduciendo espacio verde entre ellos para mejorar sus vistas, la exposición al sol y la ventilación cruzada. Para reducir los movimientos de tierra en un terreno con varios estratos rocosos, el proyecto propone un edificio superior con un voladizo de 4,20 m que minimiza los cimientos.