El projecte va ser guanyador d’un concurs convocat l’any 1956 per la Dirección General de Arquitectura. La solució proposada per De la Sota modificava substancialment la configuració dels edificis destinats a funcions administratives i alhora representatives, que solien organitzar-se en dues plantes. L’edifici se situa en una posició privilegiada, davant la plaça Imperial Tarraco, d’esquena a la zona de nou creixement urbà determinada per la construcció de la casa Bloc, de Josep Maria Monravà, i amb el radi de la plaça com a geometria bàsica que guiava aquell creixement. L’edifici del Govern Civil diferencia clarament les plantes baixa i primera de la resta de les plantes. El projecte interpreta de manera molt fidedigna les complexes servituds d’un programa molt atomitzat i canalitzat per unes circulacions molt constrictives. De la planta baixa en sorgeixen fins a tres escales que condueixen tres recorreguts circulatoris diferents. El cos superior presenta tres balcons monumentals que simbolitzen, amb un llenguatge modern i eufemístic, els tres poders: executiu, legislatiu i judicial. La corba de la plaça queda reflectida en dos punts subtils i poc significatius: l’alineació dels quatre pilars frontals de la planta baixa i el tancament del cos baix de la part del darrere.
El Gobierno Civil de Tarragona también contiene la vivienda del gobernador y se puede considerar uno de los edificios más singulares de la arquitectura racionalista. Se halla en la plaza Imperial Tarraco, una plaza de estructura radial prevista en el Plan General de la ciudad, de 1922, y que se urbanizó según un proyecto de José María Monravà López, en 1955.
Es un volumen cúbico y contundente que se ha revestido con un aplacado de piedra pulida (pues la normativa obligaba a que las fachadas fueran de piedra), que desafía la impronta romana de la ciudad con su enorme modernidad. Es el mismo diálogo que encontramos en la estructura metálica, una trama ortogonal de pilares cruciformes cuya primera crujía se deforma para adaptarse a la curvatura radial de la plaza.
Funcionalmente se estructura por plantas: la baja contiene la zona de atención al público, la primera la vivienda del gobernador y las superiores la zona administrativa. Esta disposición le permite a De la Sota desarrollar un juego con los huecos, que tiene su origen en la exigencia de dotar a la vivienda del gobernador de un balcón para los actos representativos. Por encima de este balcón coloca otros tres, con los antepechos de bronce enrasados con la fachada. Una disposición sorprendente que obliga al visitante a reflexionar sobre la naturaleza portante del edificio. Una simetría asimétrica que introduce un nuevo diálogo con la ciudad.
Una de las características más importantes es la composición dinámica de los huecos. Los de la plaza están retrasados y generan una sombra que les da profundidad. Los laterales están enrasados y convierten la fachada en un plano abstracto. De la Sota no solo diseñó el edificio, sino también las puertas, el mobiliario y la vajilla. Todavía se conservan algunas de las puertas, sillas y mesas originales, pero otros elementos se han perdido, como la vajilla.
En 1985 Pep Llinàs restauró la fachada y algunos elementos del interior, aunque posteriormente se acabó reemplazando la piedra original por otra más oscura. La carpintería es metálica y los balcones de bronce.