El edificio se encuentra en la calle de la Cort y hace esquina con la calle de Coll. Es una casa entre medianeras formada por sótano, planta baja y tres pisos, el último piso es de reciente construcción. Hay una gran tribuna en el chaflán. Cabe destacar la disposición de las aperturas, la cornisa ondulante, la fachada esgrafiada y la abundante ornamentación floral, que combina estilizadas flores con espigas de palma. Las características de esta obra la insertan en el estilo modernista. Cal Jané, también llamada Casa Guardiet-Berrozque, es uno de los edificios que conforman la imagen de la calle de la Cort, uno de los más representativos de Vilafranca dentro del recinto antiguamente amurallado. Parece que fue construida a principios del siglo XX (información no confirmada la clasifica como obra de 1910) y que el arquitecto responsable de la obra fue Eugeni Campllonch i Parés (atribución hecha por la revista "Tothom" en el artículo citado en la bibliografía).

El edificio se encuentra situado en el centro de la villa, en la zona más terciarizada. Tiene un notable valor arquitectónico y representativo. Es una construcción entre medianeras de origen gótico, con planta baja y dos pisos. Hace esquina con la calle de Santa Maria. La fachada principal es de un modernismo academicista. La fachada lateral presenta ventanales y gárgolas de carácter gótico. Hay un patio interior actualmente cubierto, con escalinata y galerías con arcos de medio punto. Gárgolas: Situadas en la fachada lateral, entre las ventanas del piso superior, esculpidas en forma de águilas con las alas plegadas y el pico abierto, por donde mana el agua de las lluvias. El águila tiene una simbología múltiple y aparece en profusión desde el comienzo del arte hasta nuestros días, teniendo un sitio importante en la decoración y en la iconografía gótica. Pinturas de la Sala de San Ramón o Sala de los Canarios: Pintura policroma y esgrafiada donde se representan un grupo de temas relacionados con la Vila y el Penedès. Primeramente, el mercado de Vilafranca con las campesinas en las paradas de barro, aves de corral y ropa; compradoras y tiendas (pastelerías y bodegas). En segundo lugar, el campo, con la vendimia, los vendimiadores, las cepas y el carro tirado por el caballo, una chica con flores y frutas y un segador haciendo la siesta rodeado de espigas de cereales. En tercer lugar, la representación de la Vila, con murallas, rodeada de elementos simbólicos de las poblaciones más cercanas: Martorell, Barà, Montserrat. Por último, la rosa de los vientos, con una muestra del buen tiempo y de la lluvia. Realizadas por Pau Boada i Mercader. El edificio de la Casa de Villa es de origen gótico. En el siglo XIV era, probablemente, palacio de Bernat Pellicer, del que hablan las crónicas de la cancillería de Jaime II. En 1559 el Ayuntamiento adquirió el edificio a un tal Pubill Jaunot Caldés, por el precio de 280 libras barcelonesas. En 1604 se realizaron las primeras reformas, y a partir de esa fecha ha sido objeto de diversas obras de ampliación y acondicionamiento. En 1912 se realizó la fachada actual, de acuerdo con el proyecto del arquitecto Eugeni Campllonch. En 1965 se hizo la restauración de la fachada lateral y se descubrieron interesantes elementos góticos (ventana y arcos en la planta baja).

Edificio entre medianeras de planta baja, tres pisos y buhardilla. La cubierta es de teja árabe a dos aguas. Estilísticamente responde a las características del lenguaje modernista presente en aperturas, barandillas y barbacana. La casa se encuentra en la zona del Ensanche de la segunda mitad del siglo XIX, en la prolongación de la Rambla de Nuestra Señora.