Casa de planta rectangular tipo ciudad-jardín. El tejado, a cuatro vertientes, es de teja árabe y alero en voladizo, con un tratamiento formal y plástico de líneas clásicas. Los caballetes de las cuatro vertientes del techo, fueron construidos en el suelo y subidos después con una grúa, algo inusual en la época.
En la fachada principal encontramos la puerta flanqueada por dos grandes ventanas de arco rebajado. Por encima hay una moldura que recorre toda la casa y separa la planta baja del resto del edificio. En el primer piso hay dos ventanas de arco rebajado y en el centro una escena esgrafiada que representa a un pescador y un cazador, posiblemente actividades típicas de la comarca o aficiones del propietario de la casa. En el desván encontramos un óculo flanqueado de dos pequeñas ventanas. En toda la fachada se pueden apreciar decoraciones de esgrafiado representando cuernos de la abundancia y jarrones con elementos florales; en las esquineras, la misma técnica imita el diseño de piedras esquineras: dibujos en rectángulo con alternancia de elementos romboidales. Esta decoración la encontramos en las cuatro fachadas.
En la fachada de mediodía, en la planta baja, se puede ver la puerta enmarcada por dos grandes ventanales. En el primer piso hay una apertura de arco rebajado que da a un gran balcón que ocupa todo el ancho de la fachada y en un lado un reloj de sol esgrafiado. En el tercer piso se puede ver una ventana rectangular. En el interior de la casa todo está hecho con madera de melis.
El aspecto global de esta casa ejemplifica la incidencia de los gustos clásicos bajo el espíritu nacionalista que dominaba en el movimiento noucentista.
Casa de veraneo noucentista, de planta rectangular, que consta de planta baja y dos pisos. Se conserva la estructura original de muros portantes de ladrillo y forjados de entrevigado de madera.
Cabe destacar los caballitos de las cuatro vertientes del techo, que fueron construidos en el suelo y subidos después con una grúa, algo inusual en la época.
La cubierta es inclinada a cuatro vertientes, realizada con teja árabe y envigado de madera, dejando un generoso alero en voladizo, con un tratamiento formal y plástico de líneas clásicas.
En todas las fachadas el reparto de aperturas es totalmente armónico. Las ventanas y balcones están decorados con la técnica del esgrafiado.
En la fachada principal se encuentra la puerta, flanqueada por dos grandes ventanas de arco rebajado. En el centro, la puerta sigue el eje vertical junto al esgrafiado de la planta primera y el óculo del segundo piso. Por encima de la puerta se encuentra una moldura, que recorre toda la casa y separa la planta baja del resto del edificio. En el primer piso hay dos ventanas de arco rebajado y, en el centro, una escena esgrafiada que representa a un cazador y un pescador, posiblemente actividades típicas de la comarca o aficiones del propietario de la casa. En el desván, hay un óculo flanqueado de dos ventanas.
Todas las aperturas están rodeadas de esgrafiados, con motivos vegetales y animales. En las esquineras, la misma técnica imita el diseño de piedras. También presenta dibujos en rectángulo con alternancia de elementos romboidales.
En la fachada de mediodía, en la planta baja, la puerta se encuentra enmarcada por dos grandes ventanales.
En el primer piso hay una apertura de arco rebajado, que da a un gran balcón, que ocupa todo el ancho de la fachada. A un lado, hay un reloj de sol esgrafiado y una Diana cazadora. Y finalmente, en el tercer piso, en eje con la apertura que da al balcón, se sitúa una ventana rectangular.
En la fachada norte, las aperturas siguen el desnivel de la escalera interior. Cabe destacar las esquinas del edificio, decoradas también con esgrafiados, en este caso geométricos.
El interior está realizado en madera de melis. Se conservan los suelos originales y la escalera de madera.
En la planta baja, originalmente, estaba la escalera de madera a mano derecha y tres puertas que conducían a la salita, al comedor y a la cocina respectivamente. Posteriormente, se echó al suelo la pared que dividía la salita del comedor.
En el primer piso había tres dormitorios, el oratorio, que corresponde a la ventana circular de la fachada de poniente, y un baño. El oratorio se destruyó durante la guerra, cuando les obligaron a quemar el retablo que había y eliminar cualquier resto de la capilla. En su lugar se hizo otro dormitorio. En el segundo piso encontramos cinco dormitorios más y un pequeño aseo, cuya ventana es la apertura circular que da a la fachada principal.
Edificio proyectado por Francesc Folguera i Grassi en 1926, como casa de veraneo.
Folguera fue uno de los arquitectos más destacados de principios de siglo XX, de estilo noucentista. Según Ràfols (ver bibliografía) pertenecía al grupo de arquitectos que fusionaron el popular y el brunellesquiano, imponiendo la tendencia mediterránea.
El diseño de los esgrafiados también es obra del propio arquitecto, así como todo el jardín, con la fuente levantada sobre columnas de ladrillo elípticas y la miranda, actualmente casi derribada. En el diseño y construcción de la casa se emplearon los métodos más innovadores, por ejemplo las dobles paredes como método de aislamiento.