Vivienda entre paredes medianeras, con una planta baja y dos pisos. El edificio está dividido en dos cuerpos: uno de acceso que sobresale del plano de la fachada y termina en un frontón de estructura geométrica, y otro que, algo más bajo, está coronado por una gran cornisa sostenida por cartelas. Cabe decir que las ventanas son de distinta tipología.

La fachada, sobre todo en lo que se refiere a la entrada, ha sido reformada en los últimos años por el arquitecto J. Valls. Pertenece a la etapa noucentista y académica de M.J. Raspall.

Está situada en el casco antiguo de la ciudad, en el casco urbano de la Edad Media.

Edificio entre medianeras, con planta baja, tres plantas piso y una azotea. En la fachada se marcan dos cuerpos: el estrecho siguiendo un eje, el más ancho siguiendo tres ejes. El de levante sobresale del plano de fachada, tratado con piedra sillería, con huecos de proporciones verticales con arco plano y enmarcados, terminando con un trabajado frontón con un hueco de perímetro pentagonal enmarcado por una faja de obra de cerámica vista. Su coronamiento enlaza con las dos pilastras – medallones que limitan el cuerpo. El cuerpo de poniente, más bajo, presenta en la fachada y en las plantas baja y primera un acabado de piedra sillería, destacando un gran hueco que comprende las dos plantas, interrumpido por un dintel a nivel de forjado de planta baja con un gran arco carpanel de ladrillo a pliegue de libro con almohada de piedra. La planta segunda, presenta un balcón corrido de losa apoyada en ménsulas el cual recoge los huecos de la planta, de arco de punto redondo el central y plano los laterales. Una trabajada barandilla de hierro, hecha de acuerdo con el lenguaje novecentista de Raspall, cierra el balcón, mientras que enfatiza el gran hueco de la planta baja. El resto de la fachada es de obra cerámica vista y queda coronada por una potente cornisa apoyada en cartelas unidas por una fina imposta y una balaustrada de tres huecos, debajo de la cual hay tres ventanas con arco carpanel. En la composición de este cuerpo se observa la intencionalidad de progresiva disminución de los huecos de fachada, desde la planta baja a la cubierta (CUSPINERA et alií, 2001; PATRIMONIO, 1985).

El lenguaje utilizado se enmarca en el novecentismo de M. Raspall. En el frontón y en las barandillas de hierro se puede leer el incipiente lenguaje decó de Raspall (CUSPINERA et alií, 2001). El nombre de Can Biel le viene dado por hecho de que los bajos estaban ocupados por una tienda de comestibles, por lo que a las mujeres de la casa se las conocía con el apodo de Las Bielas (GARCIA PEY, 1990).

Protegida en el PEPHA de 1985 y propuesta de protección al nuevo PEPHA Ficha. Nº. R-105