Vivienda unifamiliar entre medianeras, de planta rectangular y configurada por planta baja, piso y azotea a la catalana. En la planta baja presenta un zócalo que llega hasta la altura de la base de las ventanas. Tiene puerta central flanqueada por una ventana a cada lado. Las tres aperturas presentan en la parte superior una decoración en forma de trapecio regular sobre el que se sitúan tres baldosas de cerámica vidriada de tonos verdosos y motivos naturalistas procedentes de la fábrica Pujol i Bausis de Esplugues de Llobregat. También encontramos una imposición de baldosa en color verde a ambos lados de estas ventanas, en su parte alta. En el piso superior se destaca de nuevo el eje central del conjunto a partir de la presencia de un pequeño balcón de una puerta con barandilla de hierro forjado y soportado sobre ménsulas que mueren en el paramento de forma escalonada. El frontal de la plataforma del balcón también tiene una decoración cerámica de tonos verdosos que combina piezas lisas con otras con motivos naturalistas. A ambos lados del balcón se sitúan dos ventanas con un alféizar que simula soportarse sobre un arco rebajado ciego. Las aperturas de la planta baja y del primer piso coinciden en su ubicación sobre un eje vertical. En la parte superior del edificio se encuentran los elementos que mayor carácter otorgan al conjunto. En el límite entre el final del cuerpo del piso y la barandilla del parapeto de la terraza superior se sitúa un alero soportado en una galería de arcos ciegos y en el centro de cada uno de los arcos se sitúa una espiral circular hecha de cerámica vidriada de tonos verdes reproduciendo motivos similares a los azulejos de las ventanas de la planta baja. A intersticio entre la forma redondeada del arco y la línea recta del alero se crean pequeños triángulos o enjutas decoradas con fragmentos de cerámica vidriada de color azul. Por último, el menaje de la terraza a la catalana de la parte superior se decora con una cenefa de motivos geométricos hecha con cerámica azul. La tendencia de estos motivos es horizontal, aunque en la parte central, coincidiendo con la línea de puerta y balcón, los motivos mantienen una línea vertical. La estudiosa Mercè Vidal considera esta casa como una muestra de la transición que expresa Borrell del modernismo al novecentismo. Este edificio mantiene diferencias de estilo notables con la casa que Josefa Serra había hecho construir el mismo año justo al lado.

La casa fue encargada por Josefa Serra de Molins al arquitecto municipal Gabriel Borrell i Cardona en 1918. Debido a su decoración, recuerda mucho a la casa situada en los números 12-12 de la calle Carreretes (ficha número 3), proyectada también por Gabriel Borrell.

Forma parte de la Ruta Modernista de Sant Feliu.

De planta rectangular, planta baja y un piso, terminada en azotea. Presenta en el primer piso alternancia de balcones y ventanas e interesantes detalles en ménsulas bajo la azotea. Decoración con baldosas de cerámica en las ventanas.