El proyecto ordena dos conjuntos escolares, una escuela y un instituto, dentro de la totalidad de una manzana de forma trapezoidal, de 5.000 metros cuadrados, situada en el nuevo ensanche de Vilassar de Mar, trazado sobre una antigua zona agrícola. Si bien la escuela y el instituto quedan incluidos en una misma parcela, se trata de dos organismos con un funcionamiento totalmente independiente, que se relacionan por la simple yuxtaposición de las zonas de contacto posteriores. Ambos edificios se organizan por medio de pabellones conectados entre sí a través de las circulaciones exteriores, que pueden estar cubiertas o no. La variedad de los espacios exteriores (claustros, patios, plazoletas, jardines, porches, cubiertas vegetales) definen el carácter de cada una de las edificaciones. El proyecto se estructura a partir de la disposición de estos espacios exteriores, trabados con la edificación a través de las cubiertas alternadas.
El proyecto ordena dos conjuntos, la escuela y el instituto, dentro de la totalidad de un área trapezoidal de 15.000 m2 en el nuevo ensanche de Vilassar, trazado sobre una gran zona agrícola. La escuela y el instituto son dos organismos de funcionamiento completamente independiente y quedan soldados hombro contra hombro. La estructura constructiva de ambos centros se apoya en la organización de pabellones conectados por circulaciones exteriores, cubiertas o no, puesto que el buen clima del Maresme propicia esta apertura al exterior. Así pues, esta lógica de relación con el exterior define el carácter de las edificaciones a partir de la importancia, variedad y vida de los espacios externos (claustros, patios, plazoletas, jardines, soportales y cubiertas vegetales).
Todo el proyecto gira en torno a la definición de diferentes espacios exteriores conformados por la edificación, los muros y el arbolado. En la escuela, el espacio de acceso al claustro central, los porches en la planta baja, los pequeños patios de las aulas, el campo de deportes y el acceso al patio del parvulario. En el instituto: el espacio-rampa de entrada, el patio de acceso, los patios de las aulas, los porches de la planta baja, el patio hundido de los alumnos, el ágora del gimnasio, el salón de actos y el campo de deportes.
En la escuela se ha buscado que todos los espacios en planta baja y piso se relacionen directamente con el terreno, mientras que en el instituto la planta piso queda segregada. Se ha procurado que la iluminación de los espacios siempre fuera doble: iluminación de sur y norte para posibilitar un control real de la luz dentro de los espacios, relacionado con el uso y el control solar. El tratamiento de los espacios en el instituto ha sido, con intención, más duro que en la escuela, no sólo por cuestiones de mantenimiento, sino también por el carácter masivo de estos centros.