De todas las naves industriales construidas por Muncunill en Terrassa, la fábrica Aymerich, Amat i Jover es la más significativa, tanto por sus dimensiones como por los procedimientos constructivos empleados. Ocupa una superficie de 15.000 metros cuadrados, de los que 12.000 corresponden a la gran sala de máquinas. Se trata de un gran espacio de siete cuerpos dispuestos sobre columnas de hierro fundido y cubierto con bóvedas de ladrillo de plano y tirantes. La nave recibe la luz a través de unas aperturas orientadas al norte, que adoptan una disposición de dientes de sierra. Cada vez es de generatriz circular y de directriz arbitraria. La directriz se apoya sobre dos tramos de la nave y está situada sobre dos arcos, uno rebajado y otro elíptico. La generatriz dibuja un arco muy rebajado. La bóveda está doblada para facilitar el aislamiento de la nave. Cada bóveda está formada por tres grosores de ladrillo y se encuentra separada por pequeños tabiques de ladrillo que dejan una capa de aire de 15 centímetros. Cada vuelta queda sujeta por tirantes de treinta milímetros de diámetro. De esta forma se consigue una iluminación difusa y equitativa en toda la nave.
El Vapor Aymerich, Amat i Jover es una antigua fábrica textil ubicada en la Rambla d’Ègara de Terrassa. Fue construida por Lluís Muncunill entre 1907 y 1908, y actualmente alberga el Museo de la Ciencia y de la Técnica de Catalunya. Se considera el edificio industrial modernista más importante de Cataluña; y la denominación de vapor deriva del uso de la máquina de vapor como fuerza motriz.
El conjunto original lo constituía una nave de producción, un edificio anexo de tres cuerpos destinado a alojar salas de calderas, la sala de la máquina de vapor y el taller de electricidad, el patio, la chimenea de 42 metros de altura y el edificio de las oficinas.
Es, por lo tanto, un edificio destinado a fábrica textil de paños de lana con fuerza motriz a base de vapor. Consta de dos cuerpos independientes: la nave de la fábrica, con la sala de máquinas, y la fachada, con dependencias adyacentes que forman el cierre del recinto. La nave de producción, de planta rectangular, tiene 12.000 m2 y está cubierta por un peculiar techo en forma de dientes de sierra. Las habituales formas rectas de este tipo de techo fueron reformuladas por el arquitecto Muncunill con bóvedas catalanas apoyadas sobre arcos rebajados y parabólicos, que se combinan con claraboyas. A su vez, son soportados por casi 300 columnas de hierro fundido, que servían también como bajantes de agua y como soporte de los embarrados, los ingenios que transmitían la fuerza de la máquina de vapor a todas las máquinas de la fábrica.
Destaca la gran nave con cubierta de bóveda tabicada de directriz sinuosa y generatriz circular. Las bóvedas proyectan luz por las claraboyas orientadas al norte, y están construidas con seis capas de baldosa fina. La altura del techo es de 6'50 metros. Los muros son de piedra. Las bóvedas de la cubierta son atrevidas y estéticas; hacen uso de materiales modernos (hierro fundido) y económicos (baldosas y ladrillos).
Presenta una gran sala destinada a calderas y otra para la electricidad. Allí se encontraba la máquina de vapor de sistema "Compound" hecha por el ingeniero Francesc Crespo, cuatro grandes carboneras subterráneas y chimenea de 41 metros de altura con paso interior de 2'30 metros. Presenta un gran depósito de agua realizado por Antoni Bruguera, de cemento armado. El pavimento es de Portland y el cemento de Sant Joan de les Abadesses y Vallirana.
La chimenea está situada en el patio y tiene forma troncocónica, con aros que refuerzan la estructura. La base es octogonal, con arcuaciones y molduras; en el coronamiento tiene collarines de diferentes anchuras con cerámica esmaltada. El fuste tiene 35 metros de altura y tiene un paso interior de 2,30 metros con una altura de 7 metros.
Las reformas en el Vapor Aymerich, Amat i Jover se han llevado a cabo en varias fases. Joan Margarit y Carles Buixadé, arquitectos, se encargaron de la rehabilitación principal del edificio. En una primera fase, de 1984, se restauró la fachada, el cuerpo de la máquina de vapor y las calderas. También se eliminó la capa de cal blanca para que se viera la obra vista.
En 1996 se cerró la segunda rehabilitación, incorporando un sótano de 2.200 m2. Con la tercera intervención de Quim Larrea y Francesc Patrís en 2000 se situaron las entradas en la parte norte del conjunto. El edificio incluía la recepción y el restaurante. También se instaló una fachada fotovoltaica en la pared medianera.
La fábrica vapor fue propiedad de Josep Aymerich i Grané, Francesc Jover i Barba y Pau Amat i Bogunyà, que solicitan permiso a 25 de enero de 1907. El informe favorable de la Comisión de Fomento salió el 20 de marzo y el acuerdo del Consistorio el 26 de marzo de 1907. El proyecto fue realizado por Lluís Muncunill. La fachada es del mismo arquitecto, pero informada ya por el arquitecto municipal sustituto, Melcior Viñals y aprobada el 17 de enero de 1908. En 1912 murió Francesc Jover y la viuda decidió abandonar la sociedad Aymerich, Amat i Jover.
La fábrica acogía todo el proceso de transformación de la lana. Desde 1920, las alambradas se trasladaron a Fígols y la fábrica se especializó en tejidos, alquilando sus espacios a otras empresas.
Con las riadas de 1962, el edificio quedó muy afectado. Finalmente, la fábrica cerró en 1976. En 1983 el conjunto fue comprado por la Generalitat de Catalunya y adaptado para museo, según el proyecto de los arquitectos Carles Escudé i Muncunill y Ramon M. Puig i Andreu.