“La Bombonera” se sitúa en una pequeña parcela con una sola fachada en el paseo, lo que induce a Raspall a explotar los elementos a pequeña escala y a combinar las reducidas dimensiones de la casa con una imagen irreal y desmaterializada. Cepillo hace jugar el color blanco de los revestimientos de las paredes con el color verde de puertas y ventanas y el azul marino de las orlas esgrafiadas, con dibujos muy filigranados. La casa sigue la misma configuración de otras casas de temporada de Raspall, con la escalera culminada por el torreón. En la puerta de entrada hay una farola de forja única en la obra de Raspall, que se repetirá más tarde en la casa construida en 1914 para Manuel Maresma.
La Bombonera (1910) se construyó con algunas modificaciones respecto al proyecto inicial. En un primer momento constaba de semisótano y planta baja. Posteriormente, se añadió una planta bajo cubierta y se levantó una torre. La casa está estructurada en torno a un patio. El basamento o zócalo del edificio está hecho de piedra más o menos irregular, abacado por una cenefa de cerámica verde con piezas lisas y en relieve. El resto de la fachada es estucada en verde y blanco. Una potente cornisa barandilla (bajo la cual hay una cenefa de esgrafiados y encima una barandilla de forja) corona la primitiva edificación. Asimismo, las aperturas están enmarcadas por esgrafiados de un delicado dibujo floral. Las persianas tienen también finos motivos florales. Es la primera vez que en las aperturas Raspall utiliza arcos de medio punto, elípticos, y carpaneles y una apertura ovalada. Por el lado de poniente tiene una tribuna o galería con vidrieras emplomadas. Fue construida a la vez que la Torre Iris o poco después. La Bombonera se restauró en 1990.
La "Mansana Raspall" es un conjunto único en la historia de la arquitectura modernista en nuestro país: se trata de cuatro edificios aislados, situados en la misma manzana, construidos por el arquitecto Manuel Joaquim Raspall entre 1910 y 1913. Los cuatro edificios tienen una evidente unidad estilística, reforzada por las vallas de los jardines, que utilizan un mismo lenguaje: piedra irregular, quebradizo y forja, de líneas sinuosas. Las Casas Raspall son muy representativas de la obra de la primera etapa de este arquitecto, que pertenece a la segunda generación de arquitectos modernistas, y son la puerta de entrada del largo paseo de plátanos, donde se encuentran los edificios modernistas más importantes de la población.
Los promotores de las casas Barbey y Barraquer fueron miembros destacados de la burguesía barcelonesa, que las hicieron construir como segunda residencia. La Bombonera y la Torre Iris fueron edificadas por Cecília Reig Argelagós, que las alquiló como segunda residencia.