La fábrica del Anís del Mono se encuentra ocupando una manzana de calles formada por la avenida de Eduard Maristany, la calle Mar Mediterrània, la plaza Rosa dels Vents y el Paseo Marítimo, entre la línea de ferrocarril y la costa en la ciudad de Badalona. Se trata de un complejo industrial aislado formado por diferentes cuerpos o naves de planta básicamente rectangular adosados formando varios patios con cubiertas mayoritariamente a doble vertiente. El recinto está delimitado por una pared de valla que tiene la entrada principal a la Avinguda Eduard Maristany, donde se encuentra la reja de entrada flanqueada por dos pilastras molduradas con imposta y coronamiento hechos de ladrillo, que sostienen el cartel de Anís del Mono. Al lado de la verja de entrada hay otra entrada más pequeña, una puerta de acceso de arco escarzano con guardapolvo. Esta pared de seto tiene la misma configuración del zócalo que se encuentra a lo largo de toda la fachada, con una franja de rectángulos adentrados, y presenta además un tejadillo y un entablamento de ladrillo.
La fábrica es el resultado de una adición de naves a lo largo del tiempo. En la fachada principal destaca un conjunto de diferentes volúmenes rectangulares en forma de L con cubiertas a doble vertiente, excepto la del cuerpo central rota o mansarda con tejas cerámicas vidriadas de colores terrosos y verdes. El ala que da a la plaza Rosa dels Vents está formada por dos naves adosadas de diferente longitud que constan de planta baja y un piso. Las fachadas de ambas naves tienen el mismo tratamiento, constante de zócalo y una gran apertura centrada y retranqueada respecto al plomo de la fachada que ocupa las dos plantas. Esta apertura termina en un arco apuntado y se encuentra segmentada a través de una serie de ejes: cuatro lisos en la planta baja atravesados en la parte superior por otro eje horizontal que forma cinco pequeñas aperturas cuadradas y otros cuatro ejes verticales o pilastras en el piso que se rematan en la parte inferior y superior con sendos regrujos escalonados. La planta baja está dividida del piso con dos cornisas que recorren todo el largo de la fachada delimitando el ángulo esquinero y en el interior de las aberturas formando una especie de entablamento con el friso con cuatro ejes verticales que están en correlación con los demás superiores e inferiores. Sobre el arco hay una moldura curvada. La parte superior tiene el hastial a doble vertiente formando un escalón en el centro. Entre las dos naves se encuentra un dibujo policromado donde se ve el logotipo del mono.
La fachada principal del cuerpo central es de una nave y presenta un gran portal acristalado con un medallón en el centro, en la parte superior, con el logo de la marca del Anís del Mono. El perímetro de esta apertura está delimitado por pilastras, entablamento y cornisa que recorre el perfil del arco. Este portal es un gran arco peraltado apuntado que se encuentra segmentado en tres con una parte central más ancha que contiene una moldura de arco peraltado de medio punto, que hace de entrada. Este arco más pequeño tiene dos ejes verticales moldurados en el interior que van desde la línea de imposta hasta el intradós. El hastial de esta nave tiene las aristas rotas en distintos segmentos. En el interior de la nave se encuentra la destilería, una gran sala que tiene en el centro un aparato rectificador "Savalle" procedente de París de una capacidad de 10500 litros y en cada lateral hay cuatro alambiques de 1000 litros cada uno con las sus respectivas calderas sobre una tribuna metálica. En el lado que da a la otra ala tiene un cuerpo adosado de planta trapezoidal, formado por planta y piso y con cubierta plana con una entrada con enmarque de arco escarzano y encima una apertura, cuya solución recuerda a un matacán terminado en un arco georgiano.
En la otra ala destacan dos naves adosadas que mantienen una configuración similar a la primera, pero solo presentan un nivel de altura y las aperturas son rectangulares de arco plano. La parte superior se remata con dos cornisas horizontales a lo largo de la fachada que forman un hastial de un escalón sobre las aperturas.
En el interior del recinto en la parte posterior que da al Paseo Marítimo hay una chimenea hecha de ladrillo de sección circular y de forma troncocónica acabada con un coronamiento sencillo formado por varios eslabones.
En 1870, los hermanos Josep y Vicenç Bosch registran la firma José Bosch y Hermano. Debido al crecimiento de la actividad productiva y comercial, la empresa abandona la antigua fábrica de la calle Soledat y construye una nueva fábrica en 1880. En 1878 la marca Anís del Mono se registra formalmente en España. En un principio se fabricaban una gran variedad de bebidas, entre ellas diferentes clases de anisados. No fue hasta el período 1907-1911 que el Anís del Mono se convirtió en el único producto fabricado.
La fábrica se construye en dos fases. Una primera de 1880 a 1922 y una segunda a partir de 1970. En 1884 se cierra el terreno que llega hasta la playa; en el período de 1885-1914 se construyen almacenes, un pajar y se hacen reformas en el interior de las estancias para instalar las oficinas. A inicios de los años 70, una parte de los cuerpos existentes es derribada para construir nuevas naves.
El maestro de obras que proyectó los planos originales fue Jaume Botey, padrastro del arquitecto Joan Amigó. Este último, continuó los trabajos en 1904, así como las diferentes obras de reforma y mantenimiento de la fábrica. En 1922, el ingeniero Tomàs Flaquer se hizo cargo de la reorganización de algunas dependencias y de una parte de la fachada actual. La última intervención que se llevó a cabo a principios de los años 70 fue obra del ingeniero industrial Ramon Vallrimbles.
Se considera la fábrica de anisados más importante de Badalona. Destaca del conjunto por su valor patrimonial la sala de destilación, vestíbulo, archivo y despacho de gerencia, de estilo modernista. En el recinto original a lo largo del tiempo se han ido añadiendo otras naves que han permitido la modernización de las instalaciones para una mejor producción. La destilería que todavía está en funcionamiento mantiene los procesos artesanales e industriales con los que se originó en el siglo XIX. En 1975, el grupo Osborne compró la totalidad de la sociedad. Actualmente, la fábrica, aparte de la fabricación de anís, también se dedica a la producción de los Aromas de Montserrat y acoge el Museo Anís del Mono.