Restauración de la Sala Hipóstila, la plaza y el banco perimetral.
El Park Güell fue una operación inmobiliaria de 60 casas para la burguesía barcelonesa que fracasó y que en el año 1922 el ayuntamiento compró y lo convirtió en parque público.
El parque nunca ha visto cambiar su arquitectura. Apenas, desde los años veinte, algunas reparaciones y retoques puntuales. La vegetación sí ha cambiado y crecido y ya no se ofrece a la vista aquella imagen rala y pedregosa de pendientes y barrancos; vegetación inmóvil y permanente, podada en piedra. Un jardín arquitectónico y abstracto; naturaleza rocosa, montaña pelada esculpida, cantera de vegetación pétrea.
La Sala Hipóstila es un templo a la griega de capiteles dóricos exagerados con un techo abollado de cupulitas y que soporta una plaza de tierra con un ribete-banco ondulado; una cenefa de acroteras de crestas de olas con crustáceos incrustados que aproximan el mar del horizonte a la montaña pelada.
Obras de restauración de la Sala Hipóstila y de la plaza.
Reparación de los elementos estructurales en mal estado; impermeabilización de la cubierta, y construcción de un sistema de desagüe eficaz; reconstrucción de revestimientos de piedra artificial de fustes de columnas, capiteles y arquitrabe; sustitución de azulejos de dinteles, cúpulas y banco perimetral.
El parque nunca ha visto cambiar su arquitectura. Desde los años veinte, apenas ha habido algunas reparaciones y retoques puntuales. La vegetación sí que ha cambiado. Tanto los árboles como los arbustos han crecido y ya no se ofrece a la vista esa imagen pedregosa de pendientes de barrancos. Pero lo que más ha cambiado ha sido los visitantes. Ahora ya no creen estar ante una caprichosa extravagancia, sino ante una obra de culto, reverente, casi de ámbito religioso.
La vegetación es inmóvil y permanente, podada en piedra. Un jardín arquitectónico y abstracto.
Visión de la naturaleza rocosa: montaña pelada, esculpida, cantera de vegetación pétrea.
Hoy vemos el parque como un bosque con edificios, con recorridos elevados sobre naves pseudogóticas. Pero ayer el paisaje era un jardín de rocas, una vegetación atascada a mazo y cincel.
Sala Hipóstila
Las columnas puntuales con capiteles exagerados que soportan una superficie abollada que no la correspondería... como un templo griego o egipcio.
Un toro de superficie de tierra, un plateau apuntalado, flotando en el mar, con una cinta de colores, un ribete ondulado, una cenefa, una diadema, una puntilla, una cofia... serpenteando al viento.
Cuando se mira invertida, boca abajo, se ve la cubierta como en un fondo de mar arenoso, velado por espirales ondulantes de tonalidades blancas, con extraños crustáceos llegados del octavo día de la creación, o sus restos calcáreos, parásitos policromados, que ocupan el lugar cerca de los capiteles. Las cúpulas interiores marcan el compás blanco y regular del oleaje.
El banco
La ruptura (con pintura de cerámicas) de un arquitrabe es un ornamento vegetal de acróteras; flores cuyo orden, visto de corteza, es un molde desordenado. Las baldosas, las casualidades (cuántas ganas teníamos de poner la mano e inventar; no pudimos).
Es muy raro, y por eso curioso, un templo casi literalmente clásico con cenefa de punto de cruz como una ola de baldosas de algas, corales, con reflejos de cristales como las crestas de las olas.
El mundo del mar que se divisa de lejos, que se ha aproximado a la montaña en un oleaje coloreado.
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El proyecto propone la restauración de los elementos estructurales en mal estado, la impermeabilización de la cubierta, la construcción de un sistema de desagüe eficaz y la restauración de los revestimientos de ladrillo de dintel, cúpula y banco perimetral.
Elementos estructurales
El proyecto de restauración propone rehacer el dintel suprimiendo la parte inferior del mismo, donde se alojaban los flejes, mantener la parte superior compuesta de varias capas de rasilla de geometría ligeramente arqueada para resistir mejor los esfuerzos de compresión y rehacer las armaduras mediante barras de acero protegidas por un baño de resinas. Las armaduras se anclan a los capiteles mediante su hormigonado con morteros especiales sin retracción que aseguren la ausencia de esfuerzos que puedan dañar la fábrica existente.
Las cúpulas se congregan en su arranque para asegurar su rigidez, aislando su perímetro del dintel mediante una junta de dilatación que garantice la independencia de los elementos.
Impermeabilización
Se proyecta una impermeabilización total de la cubierta mediante capa de tela de PVC, previa a la que - y directamente sobre las superficies de cúpulas y dintel - se ha extendido un recubrimiento de 'polibreal' que actuará de barrera impermeable a las posibles condensaciones que puedan originar la masa de relleno ligero de arlita expandida situada entre la tela de PVC y las fábricas de cubierta.
Sistemas de desagüe
Se restituye el sistema de desagüe original, aunque mejorado con la incorporación de tubos en el interior de las columnas. Se proyecta, además, una reja de desagüe de superficie en el punto más bajo de la plaza, que actuará como un vertedero hidráulico en caso de que una lluvia torrencial pueda acumular agua en la superficie.
Revestimiento cerámico de dintel, cúpulas y banco perimetral
Ésta fue la intervención más delicada y difícil.
El banco perimetral es la pieza más valiosa del parque y, al mismo tiempo, la que sufre con mayor intensidad el uso y las inclemencias del clima.
Su estado antes de nuestra intervención era muy precario.
Los anteriores restauradores optaron por colocar más piezas cerámicas de color neutro, blanco, azul, verde... ante la imposibilidad de reproducir las piezas originales de Josep Maria Jujol.
Como es conocido, toda la cerámica colocada en el Park Güell provenía de un vertedero de una industria que la descartaba por defectuosa, debido al color o las dimensiones, etc.
Como consecuencia de este hecho, la coloración que presentan los azulejos que podríamos llamar blancos, es muy diversa; pues el blanco no existe, son tonos verdes, azules, salmones, violáceos, etc. Pudimos discernir hasta 37 tonos distintos de blanco en el quebradizo de cúpulas y dintel, los mismos que en origen debían tener los blancos del banco perimetral.
Se dio así la paradoja de tener que fabricar hasta 37 tonalidades de blanco idénticas a las originales para sustituir unas baldosas que procedían de un vertedero, descartadas por inservibles.
Para obtener el tamaño y su degradación en la colocación, se hicieron unos moldes de escayola de uno de los pocos dinteles que restaban originales para tener una maqueta a tamaño real del quebradizo.
Los operarios pasaron muchos días practicando en la colocación del quebradizo para obtener resultados satisfactorios y muchas pruebas de revestimientos para darlos por definitivos.
Debemos agradecerles la complicidad, el entusiasmo y la paciencia del jefe de obra y del encargado general de la empresa Agroman (Luís García Guillén y Francisco Lamenca) que no dudaron en poner los medios necesarios para obtener el mejor resultado posible.
Banco perimetral
Decidimos sustituir todo el revestimiento de color blanco, muy deteriorado y reparado en gran medida en actuaciones anteriores.
El revestimiento de quebradizo blanco debía actuar como fondo neutro, que una vez completado ponía en valor el quebradizo original de color, del que sólo se sustituían las piezas en mal estado que por ser dibujos estándar e industriales pudimos fabricarlos de nuevo con los moldes originales obtenidos en los museos de Onda.
Otro objetivo importante fue restituir la imagen original del banco en su cordón lumbar y coronamiento del respaldo.
Se sustituyeron las piezas rectangulares de color neutro que habían colocado en restauraciones anteriores, dejando las piezas originales de Jujol que tenían otra geometría, al estar cortadas a 45º.
Nuestra intención fue unificar la geometría de las piezas con las originales, así como la entonación de los colores con los que estaban esmaltadas. No reproducir, algo imposible, los dibujos y grafiados de Jujol. De ahí que las piezas libremente ejecutadas por el ceramista Toni Cumella intenten armonizar el color y la geometría de la pieza y todas ellas están grabadas con la fecha del año en que se realizaron, 1992.
Estas piezas también se fabricaron en gres por los motivos ya explicados.
Las grietas existentes en el banco deben actuar como juntas de dilatación por lo que su reparación se realizó ejecutando el revestimiento de quebradizo con un material de adherencia elástico que absorbiera las deformaciones de la estructura.