"Parque de Limpieza" y "Jardines del Barrio de la Primavera": un edificio bajo un espacio verde.
El terreno de dos hectáreas, donde se construyeron los dos equipamientos, se sitúa entre el tejido residencial del barrio del "Poble Sec" y la vertiente norte del Parque de Montjuïc y presentaba una topografía muy accidentada y un fuerte desnivel. Gran parte de la parcela, de titularidad municipal, estaba cubierta por construcciones en ruinas escondidas por vegetación espontánea.
Partiendo de la topografía existente y de la plataforma creada por la cubierta del centro de transferencia, "Parcs i Jardins" diseñó una nueva zona verde, con infraestructuras e instalaciones de jardín urbano en sintonía con la fachada del nuevo edificio, garantizando al mismo tiempo la continuidad con el resto del espacio verde ya que uno de los retos más importantes fue resolver la conexión peatonal.
El desarrollo de este recorrido hizo necesaria una adaptación importante de la topografía con un movimiento de tierras considerable, generando un sistema de terrazas y taludes, que se sostienen con la ayuda de varios muros de gaviones. El resultado son unos jardines prácticamente verticales, orientados a las viviendas situadas en las calles inferiores que configuran un nuevo telón verde en el barrio. Estos jardines actúan como transición entre el barrio del "Poble Sec" y el verde más frondoso y salvaje de la montaña de Montjuïc.
En la terraza situada en la zona inferior del parque, sobre la cubierta del Parque de Limpieza, se ubica un área de juegos infantiles. El Parque de Limpieza, un edificio de 4.262m2 bajo el parque que queda integrado en el territorio, se desarrolla en dos plantas y dispone de una fachada de 90 metros de largo. Fue la ejecución de un Plan de mejora urbana la que ha permitido embeber en el terreno este nuevo equipamiento destinado a centro de transferencia de residuos de limpieza viaria de "Poble Sec" y de "Ciutat Vella".
El encargo del edificio planteaba un complejo programa de requerimientos: un gálibo determinado, el imperativo de no incorporar iluminación cenital, y una única fachada orientada al norte que debía resolver las necesidades de iluminación y ventilación de un programa interior muy diverso (acceso de personal y de camiones, oficinas, zona de camiones, aulas, vestuarios, ET, instalaciones...). Se buscó un sistema de doble piel con paneles perforados prefabricados de hormigón, capaz de adaptarse a todos los requerimientos de la fachada: un sistema sencillo para un programa complejo. Con este sistema y la colocación de los accesos de camiones y de personal en los extremos del edificio, se ha conseguido mediante un juego geométrico de luces y sombras, transformando un lugar oscuro y hostil, en una calle iluminada en la noche y de lectura no tanto de edificio sino como de muro de jardín.
El edificio en sí es una potente estructura que soporta las cargas del parque y que en su interior acoge los vestuarios y servicios de los trabajadores, un centro de información para vecinos, las oficinas del centro y espacios para el mantenimiento y lavado de vehículos. Incorpora, también, tres contenedores estancos para la compactación de basura, que son retirados todos los días, y está dotado de un innovador sistema de filtrado de sólidos en suspensión. Las aguas freáticas que se utilizan en el edificio, tanto para llenar los camiones cisterna como para la limpieza, proceden del pozo de captación del Teatre del Liceu.
Disfrutan de los nuevos jardines tanto gente del barrio como peatones que van y vienen del parque de Montjuïc. Las antiguas aceras, sucias y rotas, se han transformado en caminos agradables de recorrer. La manzana, que antes nos impresionaba por su estado salvaje e impenetrable, se ha transformado en un nuevo y bien utilizado espacio verde que ha dado lugar a una nueva "fachada-muro-de-jardín" que día y noche da vida al barrio.