El proyecto desarrollado es el del conjunto de edificaciones de la parroquia de la Sagrada Familia de Igualada, situado en un solar limitado por las calles Avenida de Barcelona, carretera de Igualada a Manresa y calle de Pierola, y al Norte por un terreno destinado a zona libre. El conjunto de edificaciones comprende la iglesia parroquial, con todos sus servicios, una sala destinada a reuniones de estudio y catequesis y las oficinas parroquiales y la vivienda del párroco. Estos elementos constituyen prácticamente un solo edificio, que a excepción de la casa rectoral y las oficinas parroquiales no está alineado a la calle. El espacio que queda entre edificio y alineaciones se separa de la calle por un murete que lo limita y permite su incorporación al conjunto interior con caracteres diferentes según casos. El edificio es una yuxtaposición de volúmenes de planta cuadrada que, de una parte, permiten la uniformidad de cubiertas a cuatro vertientes a la vez que la continuidad de elementos semejantes y de otra una complejidad y posible fraccionamiento de espacios interiores adaptables a las distintas posibilidades de uso y de capacidad del edificio. La iglesia dicha se compone de ocho cimientos cuadrados. Dos de ellos son porches de acceso: uno junto a la entrada principal en la plaza interior, con acceso desde la carretera de Igualada a Manresa, y otro junto a la calle de Pierola. La nave principal se compone de tres volúmenes diferentes, los cuales, junto a las diferencias de nivel en el pavimento, definen unos espacios que pueden, a la vez, dar una unidad total a la asamblea cristiana o permitir la reunión de comunidades de diferente dimensión sin que se encuentren perdidas o incómodas en un espacio poco definido. En otro elemento se sitúa una capilla de menores dimensiones, para usos diarios, confesiones, reserva, etc. ; la sacristía y servicios ocupan otro elemento de planta cuadrada, y por último, un elemento de base reducida pero de volumen muy estirado señala el eje de acceso al altar mayor desde la sacristía, a la vez que da lugar a una salida complementaria para el desalojamiento de las naves. La iglesia se une a la parte de edificio destinado a salas de reunión, a través de un porche que, junto con el acceso principal a la iglesia y otros dos situados en la alineación de la carretera, definen la plaza parroquial, con una fuente en el centro, entrada principal al recinto. Se han previsto dos salas de reunión de diferente tamaño, para usos distintos y unos servicios elementales. A su alrededor y separados de la calle por unos jardines altos aparecen espacios arbolados para reuniones al aire libre. La casa rectoral y oficinas parroquiales, a les cuales se accede a través de uno de los porches de la plaza, dejan entre ellos y la iglesia un exiguo paso que permite completar, alrededor de las naves, un trayecto procesional al aire libre, interior al recinto.
El conjunto arquitectónico está formado por dos edificios: la rectoría y la iglesia. Esta última está dividida en tres cuerpos, que son: la nave principal, el altar del Santísimo y la sacristía, unidos por una torre que hace de campanario. Los edificios están rodeados por un gran ventanal en la parte superior, sin más apertura; las paredes de ladrillo visto y las aristas. En el interior de la nave principal hay columnas de ladrillo y una estructura metálica que la cubre. Todos los edificios son de cuatro vertientes de fibrocemento y coronados por una claraboya en forma de linterna. Todos los materiales de construcción, es decir las vigas metálicas hormigón y ladrillo, son vistos, sin ningún tipo de falseamiento. Hay una total ausencia de elementos ornamentales (a excepción de las tres tallas, que representan a la Sagrada Família, situadas en la parte del altar mayor - ver ficha).
El agrandamiento e importancia que toma un nuevo barrio en Igualada, el "Poble Sec", provoca la necesidad de una nueva iglesia parroquial. El proyecto fue realizado por el equipo de arquitectos compuesto por: Josep Mª Martorell, Oriol Bohigas y David Mackay, dirigiendo las obras este último.
Edificio representativo de la arquitectura religiosa posconciliar.