El Passatge de la Pau es el resultado de una intervención urbanística de la segunda mitad del siglo XIX en el barrio gótico de Ciutat Vella. El conjunto edificado forma una unidad formal arquitectónica cuyo objetivo es conseguir un número importante de viviendas de nueva planta en una parcela reducida, manteniendo unas condiciones de habitabilidad óptimas. El Passatge de la Pau pasa por medio de este conjunto manteniendo la continuidad urbana de los viales, que solo se ve alterada en altura, ya que partes de la edificación pasan de un lado a otro del pasaje.
La edificación está formada por dos volúmenes principales a ambos lados del pasaje. Tres cuerpos a modo de puente unen los dos volúmenes formando dos espacios abiertos sin afectar al paso a través del pasaje. Esta curiosa tipología de espacios queda enfatizada por el hecho de que en los extremos, en la entrada y la salida, los cuerpos alzados se integran de tal modo en la fachada a calle que el acceso al pasaje queda limitado a simples portales. Esta circunstancia no impide que pasen vehículos por el pasaje.
Los edificios son de planta baja y cuatro pisos. Los cuerpos levantados son de tres pisos y se levantan desde el segundo piso quedando alineadas sus cornisas con el resto de los volúmenes principales en todo su perímetro. De estos dos volúmenes el de orientación este es más ancho, puesto que dispone de seis crujías, siendo el otro bastante más estrecho con sólo dos. Las edificaciones tendrán su acceso desde el interior del pasaje excepto el número 12 que lo tiene desde el exterior. Incluso hay un acceso desde la calle Josep Anselm Clavé y otro desde la calle Sils.
Ambos volúmenes edificados son bastante densos en edificabilidad, por eso están perforados por una serie de pequeños patios que aportan ventilación y también luz en las estancias secundarias que no tienen fachada. De forma similar varias cajas de escalera articulan los accesos a los pisos y los conectan con los vestíbulos. La planta baja está totalmente ocupada por locales comerciales y los vestíbulos.
Por lo que se refiere a las fachadas, el aspecto que más las caracteriza es la estricta unidad formal y estética de todas las fachadas y las estudiadas relaciones geométricas que las articulan.
La fachada más importante es la que da a la calle Josep Anselm Clavé. Esta está formada por una retícula de aperturas; portales de medio punto en planta baja y balcones saliendo en pisos superiores. Esta retícula se ve rota por un portal de doble altura en forma de arco que da paso al pasaje. Este elemento arquitectónico es bastante protagonista al disponer de arquivoltas recalzadas en dos pilastras de dimensiones considerables. Este arco está rodeado por un entablamento coronado por cornisa con dentell. En el friso aparece un letrero de letras metálicas indicando el nombre del pasaje en castellano. El resto de aperturas son de geometría sencilla y dispone de más molduras neoclásicas, balcones de losa de piedra y barandillas de hierro.
La fachada del acceso norte por la calle Sils también dispone de un portal de acceso y el elemento arquitectónico que lo contiene es similar al anterior pero con la particularidad de que este ocupa toda la altura del edificio. Aparecen pilastras a ambos lados del balcón central en cada uno de los niveles hasta llegar a la cornisa donde se transforma en un frontón semicircular con ménsulas y un escudo central. En esta fachada las aperturas son balcones solo en el elemento central y el resto son ventanas.
Las fachadas interiores son de igual sencillez y rigor compositivo. Todas las aperturas son balconeras y siguen también una retícula geométrica homogénea formada por los ejes de balcones y unas pequeñas cornisas que marcan los forjados del edificio. Mención especial merecen los balcones del principal que tienen un dintel con decoraciones vegetales neoclásicas.
Las cubiertas son planas con azotea. Las fachadas están rematadas por cornisas y alféizares de formas neoclásicas. Cabe mencionar los falsos techos de los cuerpos volante que están decorados con decoraciones de yeso policromas excepto la del extremo sur que ha desaparecido mostrando al descubierto las vigas de madera y las bovedillas de ladrillo.
Como elemento arquitectónico a destacar encontramos una reja fija pero elevada en la zona del intradós del arco justo en la línea de arranque.
Los materiales de la fachada son de obra de fábrica revestida de morteros con enmarcados de piedra cortada.