Edificio público de carácter monumental, construido entre medianeras, con la fachada ligeramente romana, siguiendo la alineación de la calle. Fachada de composición clásica. Consta de tres cuerpos, el central más elevado e importante, potenciado con una cúpula de antorcha. En la planta principal se abre un gran ventanal de arco de medio punto, dividido en dos partes mediante un dintel restante la parte baja subdividida verticalmente por columnas jónicas y la parte superior por maineles lisos de sección rectangular. Calle urbanizada de nuevo en 1874 donde había callejones estrechos.

Un concurs de projectes en el qual també va participar R. Masó decantà l’encàrrec a favor de l’associació del novell Bona amb un llavors noucentista Catà. De Masó, un i altre en van recollir el coronament amb cúpula derivada a cilíndrica, lluent i revestida de rajola de València. L’edifici ignora estilísticament l’esmorteït neoclàssic de la plaça de Sant Agustí, encara que hi obre un porxo a la cantonada, repetit a l’altre extrem per tal d’equilibrar el basament. Si bé hi destaquen el gran ordre central, amb arc triomfal inscrit, i altres recursos emblemàtics del monumentalisme, l’interès se centra principalment en la fàbrica i la cal·ligrafia de la façana, on l’encuny esquemàtic d’ordres clàssics, en un joc molt pla sobre rajol, innova realment el llenguatge i el ritme arquitectònics. Els entresolats i altres (i nombroses) alteracions fan poc reconeixedora l’estimable estructuració de l’organisme.

El projecte industrial s’expressa a través d’elements innovadors, com ara el gran arc a la romana i el joc de bandes verticals contraposades als balcons; tot i amb això, el resultat formal resulta menys emblemàtic que en l’obra següent. A l’antic magatzem, de factura més simple, les reformes (J. Padró, 1991, i Ricard Turon, 2003) han actualitzat i donat valor a una arquitectura escassa a la ciutat.

El Casal del Metge se emplaza en el distrito de Ciutat Vella, en frente de la Via Laietana y de la calle Tapineria. Se trata de un inmueble entre medianeras de planta rectangular consistente en un edificio de oficinas, formado por planta baja y cinco plantas piso, además de un semisótano. Aunque la fachada principal es la que da a la Via Laietana, el acceso actualmente se produce desde la calle Tapineria, 8-10. Ambas fachadas, con elementos clásicos, están hechas con un rigor florentino traspasado a las escaleras urbanas nuevas. La simetría en los ejes horizontales y verticales es uno de los elementos más relevantes de los edificios, con las aperturas reproducidas a ritmo regular. La que está en frente de la Via Laietana dispone, como veremos, un tramo central ligeramente avanzado en el eje vertical que refuerza la simetría del conjunto. A nivel de planta baja dispone de nueve aperturas. El portal de acceso y los dos ventanales situados a ambos lados están resueltos con arco de medio punto. Esta parte baja de la fachada está realizada con sillares abujardados que dibujan motivos geométricos con sus juntas que destaca respecto al resto de la fachada, acabada con piedra pulida. Por debajo de estas ventanas, el zócalo de piedra pulida, hay otras pequeñas, de dintel plano, que iluminan una planta semisótano. Por encima de una pequeña cornisa que la separa del piso superior encontramos los cinco balcones del primer piso, de los cuales únicamente el central es voladizo. Sobre todas las aperturas se ha dispuesto un frontón triangular, a modo de guardapolvo, sostenido por ménsulas y unidos entre ellos por una pequeña cornisa. El frontón de la apertura central está roto por un escudo de Esculapio flanqueado por sendas jarras rebosantes de florones de piedra y, debajo, un medallón con la fecha "1932". De los pisos superiores destaca el tercero, con un balcón corrido que une las tres aperturas centrales, donde únicamente la del eje presenta un frontón encima y la superior, donde entre las aperturas se han dispuesto columnas dóricas adosadas de fuste de sección semicircular. Sobre estas columnas encontramos el coronamiento, formado por alternancia de triglifos y metopas decoradas con un disco ornado central sobre el que se abre una cornisa sustentada por sencillas ménsulas y todo ello rematado con un frontón central. La fachada de la calle Tapineria reproduce las fórmulas clasicizantes y de simetría, con ligeros cambios en la disposición, orden y finalización de las aperturas. Dejando a un lado las fachadas, destacan también una serie de dependencias representativas, entre las que sobresalen el patio central y el salón de actos, donde Florensa remite, por medio de los elementos arquitectónicos y decorativos, a diversos detalles de la antigua Casa de la Convalescència, que en una época había acogido a la Facultad de Medicina. El Casal del Metge, la Casa Cambó y la sede del Foment del Treball, son, según Oriol Bohigas, los edificios de Barcelona donde el lenguaje clásico se manifiesta con una mayor corrección y eficacia urbanística.