A partir de los requerimientos del Jardín Botánico de Barcelona -la ampliación del Banco de Germoplasma y una reorganización de los espacios de trabajo- se plantea racionalizar los usos de las oficinas actuales y colonizar el semicírculo N (construido sobre el depósito de aguas de aguas de riego). De esta forma, se conserva la actual huella del trazado circular del paisaje en torno al patio de maniobras.
El programa de usos actual prevé ampliar sustancialmente el Banco de Germoplasma que representa una pieza clave en los programas de conservación del Jardín y el papel que debe asumir en relación con la conservación de la flora silvestre catalana en un futuro próximo.
La mejor solución y más lógica parece la cobertura de los muelles de descarga del edificio de mantenimiento del Jardín que llamamos Semicírculo N, que actualmente está destinado a almacenes. Esta solución es posible desde la habilitación de los espacios para hacinamiento de material, sustratos y maquinaria en el extremo S del Jardí.
Se propone cubrir los actuales muelles de descarga de tal forma que se habilite un nivel entero, a excepción de lo que se encuentra situado en el extremo derecho, ya que según las cotas extraídas del último estudio topográfico mediante un pequeño desnivel ejecutado en la cota del camino inferior es posible desdoblar la planta y ubicar así un nuevo espacio de uso público para el jardín.
La incorporación de personal femenino en las tareas de mantenimiento del jardín botánico hacía insuficientes las previsiones que se establecieron en su día en relación con las instalaciones higiénicas y de trabajo. Era conveniente segregar un espacio de duchas y vestuarios mayor que el actual para separar los vestuarios de los sanitarios.
La cobertura que se plantea, propuesta en su día en previsión del crecimiento de las necesidades del Jardín, parece poco compleja ya que parte de las pantallas y de la cimentación son preexistentes.
Por último, se plantean otras mejoras para los usuarios en la utilización del patio de maniobras y de trabajo como son, por un lado, la pavimentación de una acera de hormigón perimetral en el círculo anterior y, por otra parte, la protección de la incidencia solar del interior de las oficinas mediante una pérgola, que también sirve para transitar de un espacio a otro sin mojarse en caso de lluvias.