El proyecto se encuentra situado en la vertiente Norte de la montaña de Collserola, en la zona de desarrollo residencial de casa de Mates de la villa de Sant Cugat. El solar dispone de unas condiciones extraordinarias iniciales. En primer lugar, se trata de un emplazamiento conectado directamente con el centro de Barcelona, a pesar de estar a 20 kilómetros de distancia, gracias a que la estación de Mira Sol, de los ferrocarriles de la Generalitat, está muy próxima al proyecto. En segundo lugar, el entorno donde se ubica el proyecto, goza de unas condiciones medioambientales excepcionales. Un lugar en el que los futuros usuarios del edificio dispondrán de excelentes vistas de la fachada sur de la montaña de Collserola a la vez que disfrutarán del contacto directo de su Parque Natural. El contexto es, pues, el de un emplazamiento que disfruta de las ventajas de estar en un entorno natural y conectado, físicamente, con la gran ciudad. Los proyectos se plantean desde la idea de proponer unos pisos con unos espacios de transición -balcones, terrazas y galerías- capaces de dotar a los usuarios de lugares intermedios entre el interior y el exterior de la vivienda. El edificio se desarrolla como un volumen escalonado compacto que se adapta a la topografía de la calle. El proyecto se distribuye con una tipología de viviendas pasantes de calle en patio interior de manzana y responde al contexto siguiendo la orientación solar del emplazamiento. En la fachada a suroeste que da a calle, se han diseñado unas galerías que funcionan como almohadas climáticas que mejoran el comportamiento energético del edificio a la vez que proporcionan unos espacios habitables de transición de temperatura controlada. Estos espacios climáticos -galerías- se han construido mediante el diseño de unas piezas de hormigón prefabricado que incorporan unas persianas orientables que permiten el control solar y térmico del edificio. En la fachada noreste, que mira el interior de la manzana, se han diseñado unos balcones de ancho variable, entre 1,80 a 2,50m, que dotan a las viviendas de unos espacios exteriores -terrazas- que, gracias a sus dimensiones generosas, permiten a todos a sus usuarios desarrollar activados al aire libre. Este es un proyecto moderno que confía en la arquitectura abstracta para construir espacios saludables, pero a la vez es también un proyecto que reinterpreta las condiciones, materiales y dimensiones espaciales de la arquitectura tradicional para proponer unas viviendas capaces de responder eficaz y sosteniblemente a los usos contemporáneos.