Complejo sanitario construido en diversas fases desde 1927 y hasta 1936 que parte del proyecto ganador del concurso convocado en 1917 por la Mancomunitat de Catalunya. Este proyecto redactado por Rafael Masó y Josep Maria Pericas fue ejecutado nueve años después cuando Masó, afectado por una sanción política, no puede figurar como arquitecto de las obras, aunque consta que está trabajando al menos en los años 1926 y 1927.

Desde el siglo XV se tiene documentada la masía Torribera, también conocida con el nombre de Can Setantí, en el valle Carcerenya. Se trata de una clínica mental formada por cinco pabellones aislados que, junto con la portería, la casa del director y la capilla, forman un espacio urbanístico de ciudad-jardín que se adapta a la topografía del terreno, formando terrazas a distintos niveles por medio de plataformas unidas por escalinatas, con zonas de bosque y jardín a cada lado.

La ordenación general de la clínica mental enfatiza el eje de simetría que sube, escalonadamente, desde la plaza semicircular de acceso hasta el depósito que se sitúa en lo alto de la colina. Así quedan divididas las áreas para hombres y mujeres. Las demás construcciones singulares (casa del director, capilla y servicios generales) se adaptan puntualmente a la topografía de la gran finca de la Torribera (de la que se conserva la antigua masía), especialmente relacionados con su entorno (pérgolas, terrazas, etc.).

La portería es un recinto de planta rectangular con dos pisos. Era concebido como la puerta de acceso al recinto y conformaba el eje de simetría de todo el conjunto. Los paramentos de las fachadas principales combinan el estuco y ornamentación de piedra artificial. En el centro tiene tres arcos y una cornisa rodea todo el inmueble con gabletes neobarrocos. También se representan los bustos de cuatro grandes doctores en medicina: Mariano Cubí, Santiago Ramón y Cajal, Emil Wilhem Magnus Goerg Kraepellin y Jean-Martin Charcot. La cubierta es de teja árabe a dos vertientes. Destaca la magnífica puerta de forja.

Respecto a la casa del director, su concepción está estrechamente ligada a la arquitectura de tradición rural. Es un edificio a cuatro vientos de planta cuadrada y con cubierta de teja plana cerámica a cuatro aguas y alero acentuado. La fachada tiene una jerarquía de triples vanos centrales que se contraponen al paramento llano y macizo. La puerta de entrada, en forma de arco de medio punto, está precedida por un porche con una apertura en el centro y una en cada lateral. En la planta piso y se abre el atrio hay un balcón con triple ventanal. Actualmente funciona como centro de estudios superiores de la UNED-Terrassa y se conoce como edificio de la Torre.

Sobre la iglesia y el pabellón del convento, sabemos que alojaba la residencia conventual de las monjas que trabajaban en el centro psiquiátrico. Se une a la capilla del recinto Torribera a través de un puente porchado. El edificio presenta un lenguaje formal y ornamental noucentista y forma parte del conjunto de pabellones ganador del concurso para la Clínica Mental de 1917. También tiene rasgos neorrománicos, con dos absidiolas y ábside central con girola, donde se añade la sacristía. La edificación consta de capilla con torre y pabellón de servicios generales. Las fachadas son muros de piedra enlucidos y pintados sobre zócalos de piedra natural rústica. Las aperturas se realizan mayoritariamente con arcos de medio punto con carpintería y elementos ornamentales.

La planta del conjunto es alargada y variada; se adapta a las curvas de nivel y se resuelve a través de ejes de simetría y cuerpos retranqueados, lo que aporta una gran variabilidad de volúmenes. La complejidad volumétrica del edificio queda patente en el juego de cubiertas inclinadas de teja plana esmaltada con pequeños aleros. La torre campanario de la capilla se corona con un pináculo de base octogonal.

Las edificaciones del pabellón Canigó i Montserrat forman parte del conjunto de pabellones de la clínica mental ganador del concurso promovido por la Mancomunitat de Catalunya. Su lenguaje formal y ornamental se adapta al proyecto de 1917. Son pabellones aislados de planta baja rectangular con jardín geométrico. En las fachadas predomina la superficie rebozada y pintada sobre zócalos de piedra natural y rústica. Las aperturas son apaisadas y los porches se asientan sobre pilares de hormigón con elementos ornamentales neoclásicos. Las cubiertas, de cuatro vertientes, son inclinadas y de teja árabe.

El pabellón Gaudí i Verdaguer también forma parte de dicho concurso. Son los únicos que se construyeron según el proyecto original, tanto en situación como en lenguaje formal. Eran dos pabellones aislados de planta baja y sótano con un jardín geométrico rodeado de zarzales y cubierta inclinada de teja plana esmaltada y elementos de hierro forjado. Las fachadas presentan la misma estética que los pabellones anteriores pero en este caso las aperturas disponen de carpintería inglesa con profusión de divisorias y elementos formales decorativos de piedra arenisca.

Por último el tanatorio, se configura como un edificio de una única planta rectangular, casi cuadrada. Las fachadas también combinan el estuco con la ornamentación de piedra artificial por la parte del zócalo. Las fachadas, muy sencillas, combinan pequeñas aperturas rectangulares atadas por un dintel de alféizar con aperturas culminadas con arco de medio punto.

En todo el conjunto resulta evidente una unidad de estilo y una utilización conjunta y racional de los materiales.

La Diputación de Barcelona convocó un concurso en 1917 para la construcción de una Clínica de Observación y Hospital para el Tratamiento de Enfermedades Nerviosas en la finca de Torribera de Santa Coloma de Gramenet. El anteproyecto ganador fue el de Pericas i Masó, pero quedó incompleto en su realización.

La construcción se inició en 1926 pero se alargó hasta 1936 a causa de la dictadura y la imposibilidad de Masó de figurar en el proyecto. Masó solo proyectó el pabellón de la Inmaculada (hoy, Pabellón Canigó) y el de Montserrat; el resto de pabellones, la iglesia y la casa del director fueron proyectados por Pericas, y el conjunto de las obras fue dirigido por el propio Pericas y por el doctor psiquiatra Tomàs Busquet. Aunque han sufrido muchos cambios y modificaciones, existen dos pabellones que todavía conservan la forma externa original.

Con este proyecto, muy en la línea ideológica de la modernidad noucentista, se quiso acabar con el contraste entre la Cataluña urbana, culta y abierta al mundo, y la rural, empobrecida y carente de oportunidades. Para los novecentistas, las ideas políticas y éticas convergían con los artísticos: la modernización y la construcción nacional en un marco europeo y mediterráneo.

Hacia el año 1970 se añadieron nuevos pabellones, disonantes con la ordenación general.

Actualmente, la antigua clínica está destinada a funciones de diverso tipo. Algunos edificios, como el pabellón de acceso, el del Canigó y el de Montserrat, siguen siendo gestionados por la Diputación de Barcelona, y la mayoría del resto, incluida la masía Torribera, han sido cedidos a la Universidad de Barcelona, donde se desarrollan materias relacionadas con la salud y la nutrición.