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Fàbrica de farines La Victòria
autoria desconeguda
Edifici de planta rectangular amb coberta a doble vessant, de tres plantes. Les parets són mixtes, de pedra i obra a les cantonades i emmarcats. La façana principal, arrebossada, té el mur dividit per unes bandes horitzontals de totxo. Està ornamentada amb un pinyó, on figura la data de construcció de l'edifici, i amb rajoles blaves que, també, es troben a la divisió entre la planta baixa i el primer pis. Unes grans lletres pintades indiquen la seva primitiva funció "Fàbrica de Harinas La Victoria". El mur de ponent hi ha adossada una construcció de planta quadrada on hi havia un dipòsit d'aigua i l'escala. Al de llevant, hi ha uns baixos que perllonguen l'edifici. La seva tipologia és la típica de les farineres de principis de segle. Es tracta d'una fàbrica de farines que es construí el 1911 davant la poca rendibilitat que oferia el molí del Galobart de Navarcles als seus propietaris. De fet, la seva construcció, té lloc el mateix moment que s'estengueren les farineres per tot Catalunya. A principis dels anys 20 del segle XX, patí un incendi i deixà de funcionar com a fàbrica i, fins fa relativament pocs anys, s'ha fet servir pel bestiar. Avui, els baixos estan buits, sense cap funció, i la primera planta es fa servir com a habitatge.1911
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Vivienda Unifamiliar en Sant Fruitós de Bages
Jordi Moliner i Salinas, Antoni Poch Vives
La estructura portante de la vivienda ordena y define cada uno de los espacios, así como los usos de la parcela en su totalidad. Una retícula ordenada de 4,50 metros de crujía determina las partes generales de la casa, tanto en el interior como en el exterior. La planta de la vivienda adopta una forma de E y crea unos patios entre las alas edificadas que permiten resolver al mismo tiempo el problema de las vistas y orientación. La planta superior tiene una disposición lineal, superpuesta a la forma en E de la planta bajera, lo que genera unas terrazas que dan a los patios inferiores. Estas terrazas quedan comunicadas entre sí por unas pasarelas que dan lugar a un interesante recorrido por el exterior de la vivienda. De esta forma, la casa es el resultado de la aplicación del programa doméstico a unos datos geométricos y estructurales que han sido decididos previamente.1996 - 1998
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Cobert de la Màquina de Batre
autoria desconeguda
Espectacular hangar d'estructura de ceràmica armada, amb tots els elements de composició ceràmics (la peça Soletip). Consta de quatre arcades parabòliques, determinant les tres crugies que cobreixen la totalitat de l'edifici. Als extrems de cada arcada s'adrecen dos pilars per aixecar els faldons de la teulada. La coberta està formada per un seguit de bigues que descansen sobre els arcs i una jàssera que, per sobre del pilar de cada extrem d'arc, es recolzen en les costelles de l'arcada. Sobre l'embigat es recolsa la teulada, formada per lloses de peces "Soletip", encavallades transversalment. L'edifici fou construït a mitjans del S. XX, pel Sindicat Agrícola de Sant Fruitós, amb la finalitat de destinar aquest espai a batre els cereals. Més tard va passar a ser utilitzat també com a magatzem agrícola i cobert. L'edifici és una intel·ligent aplicació d'un sol material prefabricat en temps d'escassedat de materials estructurals.siglo XX
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Instituto Gerbert d'Aurillac
Jordi Bosch Genover, Joan Tarrús Galter
El instituto ocupa una parcela situada en el límite del terreno urbanizable, detrás de un vial de circunvalación y al pie de una colina destinada a parque urbano. El edificio hace fachada al vial de forma decidida, ajustando la fábrica a la curva del vial con la intención de completar el carácter urbano del otro lado de la calle. Este brazo, muy largo y estrecho, se compone de tres cuerpos diferenciados según sus usos, y conectados por la planta primera de extremo a extremo. El cuerpo de las aulas forma un segundo brazo ajustado a la topografía del terreno, que separa el ámbito de la entrada del patio de juegos y pistas deportivas. Se accede a todo el recinto por un porche a tres alturas situado en un extremo. La implantación sobre el terreno consigue que, desde los espacios interiores de la escuela, se disfrute de las vistas sobre la colina, construyendo el edificio el límite entre el suelo urbano y el parque previsto en la parte posterior.1997 - 2000
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Restauració del Monestir de Sant Benet de Bages
Francisco Javier Asarta Ferraz, Josep Maria Esquius i Prat
2005 - 2007
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2006 - 2007
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Fundación Alícia
Clotet, Paricio & Associats, Lluís Clotet i Ballús, Jordi Julián Gené, Ignacio Paricio i Ansuategui
El nuevo edificio se situó cerca del Monasterio de Sant Benet de Bages. El río Llobregat abrazaba allí, con un gesto brusco, unos magníficos campos de cereales y viñedos que acogieron el imponente monasterio románico y después la fábrica textil Carbó. Dos monumentos del pasado que atestiguaban con gran claridad y fuerza expresiva dos momentos brillantes de país. El nuevo edificio no quiso erigirse como un elemento que desdibujara a los anteriores ni les quitara protagonismo y buscó alejarse de sus concepciones arquitectónicas, constructivas y geométricas. Ya en los dibujos iniciales aparecieron unos trazos que no hacían referencia a tipos edificatorios conocidos, sino más bien insinuaban formas maleables, pastosas, de geometrías amorfas que sugerían adaptación y camuflaje. De esta manera, el nuevo organismo fue respetando con facilidad antiguas paredes, vallas, caminos, escaleras, plantaciones... y adaptándose a los cambios constantes de un programa inconcreto que le obligó a ir cambiando de tamaño, ocupación y altura, llegando incluso a abrazar a la vecina casa de los antiguos propietarios en una demostración permanente de su gran docilidad y flexibilidad. Un suelo técnico, un falso techo generoso y una planta libre reforzaron la voluntad de que pudiera acoger lo imprevisible. El edificio pretendió que desde el interior se viviera la experiencia de estar en un lugar rodeado por la naturaleza, de estar dentro de ella, de poder ver los árboles, los pájaros y la lluvia desde mucho en cerca. De ahí que el plano vertical que separaba interior y exterior se planteó totalmente acristalado. Una superficie que según las intensidades de las luces era transparente o reflectante, por lo que a veces el volumen edificado desaparecía y en otras se integraba totalmente con el entorno al reflejar el exterior como si de un espejo se tratara. El control del sol, de la luz y de la intimidad se logró mediante una fachada compleja de un grosor variable que oscilaba de cero en la zona de entrada a 13m la zona más ancha. Era una banda definida por el plano vertical de cristal que cerraba el edificio por un lado y por una pared de prácticamente la misma altura por el otro. Esta pared aprovechó pedazos de antiguos muros de piedra que se prolongaron con nuevos muros de hormigón y en algunas zonas se le abrieron grandes ventanales que permitían vistas controladas hacia el paisaje. Entre estos dos planos verticales se instalaron umbráculos horizontales situados al mismo nivel que el cielo-raso interior y se plantaron árboles para garantizar la protección solar y la calidad de la luz. Esta fachada gruesa y de anchura variable resolvía con facilidad el compromiso entre la forma interior que el edificio necesitaba y la forma exterior que el lugar reclamaba, creando además un espacio intermedio tranquilo y ajardinado que prolongaba visualmente el espacio interior y formaba con él una unidad indisociable. Unos generosos lucernarios verticales orientados a norte equilibraban la luz en las zonas de la planta más alejadas del perímetro. -
Hotel Món
Espinet/Ubach, Arquitectes i Associats, Miquel Espinet i Mestre, Antoni Ubach i Nuet
La decisión de construir un hotel de nueva planta en el conjunto del Monasterio de Sant Benet de Bages fue el resultado lógico de la maduración de un largo proyecto. Desde que la entidad Caixa Manresa adquirió la propiedad del legendario monumento románico, se pusieron en marcha los resortes económicos, técnicos y creativos para ensamblar una compleja y sugerente idea de revitalizar no solo el entorno de Sant Benet, sino también una buena parte de la comarca del Bages. Caixa Manresa ha facilitado el traspaso de un antiguo monasterio benedictino de origen medieval a un emblemático complejo de alcance aún no previsto, proyecto denominado Món Sant Benet. Alrededor del monasterio, que se ha restaurado y ampliado para usos de museo y centro de congresos, se alza un nuevo edificio de centro de acogida y espacio para banquetes, un centro específico para la investigación en el ámbito de la alimentación, la Fundación Alícia, y, finalmente, un hotel de cuatro estrellas situado en torno al complejo que actúa como frontera física y visual en el límite de las edificaciones. El hotel Món está concebido como una pieza más del entramado edificatorio, guardando formas propias y utilizando materiales, colores y texturas en armonía con los de las demás edificaciones existentes. El proyecto se articula en torno a un jardín cerrado, que tiene el campanario de la iglesia como elemento referencial y guía visual del conjunto. Las 89 habitaciones ofrecen vistas exclusivamente hacia este espacio, a través de terrazas cubiertas y protegidas con persianas de aluminio. Así, se concibe un hotel de crujía simple donde todas las habitaciones están orientadas hacia la buena orientación, mientras que el corredor de acceso las sirve y rodea por el lado contrario. La forma del edificio responde a esta premisa: aspecto abierto, acristalado y activo hacia la orientación sur; fachadas cerradas, con perforaciones ocasionales y estratégicas hacia la orientación norte. El conjunto edificatorio descrito se desarrolla en superficie en tres niveles, en los cuales se distribuyen las habitaciones. Solo el nivel central, que sirve de acceso a los clientes, dispone de amplias zonas de uso público. Aquí se encuentran la recepción, los salones, la cafetería, el bar y el restaurante, todos ellos abiertos a una amplia plataforma exterior orientada al monasterio. La alineación, casi indefinida, de las habitaciones queda interrumpida por la forma quebrada de la potente volumetría, que genera cuerpos que se abren o encajan según las necesidades y los usos de los nudos de articulación. Las tres plantas del hotel están coronadas por una cubierta metálica que recorre buena parte del perímetro, facilitando la instalación de extractores, chimeneas, etc., en el interior para evitar su presencia visual desde el exterior. La alineación quebrada del hotel tiene dos excepciones: la fisura que se produce en la zona del canal, donde se ha proyectado un cuerpo acristalado que sirve como comedor gastronómico, y la explanada lúdica alrededor de la piscina al aire libre situada en el límite suroeste del solar. La austeridad del lenguaje arquitectónico fue uno de los objetivos perseguidos. El uso limitado de materiales, los tonos grises, verdes e incluso negros escogidos y el predominio de la piedra natural en contacto con el hormigón visto confieren al hotel una apariencia casi monacal, apropiada, a nuestro entender, al monumento histórico. Los argumentos iniciales de adaptación al territorio, orientación hacia el monasterio, imagen sólida y austera, e integración en el paisaje se han cumplido eficazmente. Ahora solo resta poner en marcha el complejo y adaptar su uso a las, a veces estrictas, exigencias de la arquitectura. -
Biblioteca y Archivo Histórico de Sant Fruitós de Bages
Xavier Tragant Mestres de la Torre
La biblioteca es un homenaje al libro, evocando su materialidad y la cultura que representa. El edificio se esconde detrás de curvas orgánicas en movimiento y estructuras y formas con connotaciones simbólicas. Sin embargo, tras toda esta marcada carga estética se esconde un edificio que apunta hacia una sostenibilidad radical. La envolvente del edificio y los detalles constructivos se diseñaron a partir del estudio que se realizó con la ayuda de un programa dinámico de simulación de flujos energéticos y se diseñó un sistema de frío solar basado en una pérgola hecha a base de placas solares térmicas conjuntamente con un sistema de absorción de bromuro de litio. Buena parte de los materiales nos hablan de bajo impacto: carpinterías de madera, aislamientos de corcho, pavimentos de linóleo natural, morteros en la cal, pinturas ecológicas... El edificio se hunde deliberadamente en el terreno y se cubre con una cubierta que nos recuerda a los campos y márgenes del entorno de Sant Fruitós.2014
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Rehabilitació del Cobert de la Màquina de Batre
Olga Correa Sala, Xavier Falguera Valverde, Núria Rius i Alcaraz, Clara Roig Cortés, Alejo Salgado Izquierdo
2017
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Vivienda Unifamiliar en Sant Fruitós de Bages
TGa arquitectes, Jordi Grané Font, Ricard Torres Montagut
La vivienda se plantea en planta baja conectada al jardín, esto genera la necesidad de encerrarse en la calle para abrirse al patio trasero orientado a sur. Solo una rendija en el hormigón permite un espacio intermedio descubierto para ventilar e iluminar el centro de la casa. Cerrar el resto del jardín, provocando una relación que garantiza cerrar vivienda desde la calle y formaliza el resto de la fachada. Las aperturas se concentran en la fachada sur, a través de un voladizo que permite un porche en verano que protege de la incidencia solar pero que permite las ganancias térmicas en invierno y minimizar el gasto en calefacción. El listón de madera de fachada permite encerrarse en la plaza permite apropiarse del patio a la vivienda fundiéndose en un único espacio interior-exterior. La distribución interior se reduce a la existencia de un muro porticado de zigzag que genera los espacios a su alrededor. El interior tiene la ausencia de revestimientos, solo los necesarios para aislarse del exterior. Unas aperturas en el cielo en la cubierta ajardinada, así como la escalera, permitirán futuras ampliaciones en altura en los puntos más alejados de la fachada sur.2021