Edificio independiente formado por tres casas unifamiliares adosadas, con planta baja, piso, buhardilla y sótano convertido en jardín en la parte trasera. Situado en la zona residencial de la Colònia Güell, es el primer edificio que se encuentra al entrar. Obra construida en torno a 1894, que tanto por la forma de su planta como en la singularidad de las fachadas y su simetría, dota al edificio de una gran originalidad. Aunque no tiene el aspecto típico de una masía, sí se observa cómo de una u otra manera el arquitecto quiso recoger los rasgos más significativos de las casas solariegas. Por ejemplo la edificación tiene una planta basilical y tejado a dos vertientes, y el paramento está hecho con conglomerado de piedra de tamaños diversos atados con mortero de cal, sobre el que se adosan diversas estructuras. El marcado carácter historicista de la edificación, más allá de la apariencia de una casa solariega en la parte delantera, también queda reflejado en la parte trasera con una construcción a distintos niveles y cuerpos. Sin duda, lo que más destaca del edificio son las esquinas redondeadas, y los elementos decorativos, es especialmente relevante la filigrana del trabajo con ladrillo visto. Esto es visible en las ventanas, las tres chimeneas, el porche, la cisterna o el alero bajo cubierta.
La casa fue habitada en origen por la familia Ros de l'Ordal, de ahí su nombre, y todavía son sus propietarios. Sin embargo, otras familias como los Cruañas, Gaudó, Montanès y Carrión también han vivido allí. Todos ellos campesinos que trabajaban las tierras del dueño en calidad de arrendatarios. Algunos miembros de estas familias también trabajaban en la fábrica. Con el interés de alejarse de los conflictos sociales existentes en la ciudad, en el siglo XIX se planteó un nuevo tipo de industria, las colonias industriales, es decir, las casas de los obreros y equipamientos junto a la fábrica, todo en la misma propiedad, integrando un núcleo propio con una vida social y económica tutelada por la empresa. La Colònia Güell fue una colonia industrial dedicada a la fabricación de panas y terciopelos. Su construcción se inició en 1890, y el proyecto disponía de fonda, escuela, comercios, teatro, cooperativa, casa del médico, farmacia y capilla, además de las fábricas y las viviendas de los obreros, en una superficie total de unas 160 hectáreas. Güell, en su condición de mecenas de la cultura, encargó proyectos a varios arquitectos de primera fila, como Antoni Gaudí, Francesc Berenguer i Mestres o Joan Rubió.
En el interior había habido un pozo, pero, debido a reformas posteriores en el edificio y nuevos usos en el espacio, lo ha modificado.
Edificio de viviendas trabajado con una simetría absoluta, con la originalidad de tener una planta sótano convertida en jardín en la parte delantera. Esto en lo que se refiere al cuerpo principal. Tiene un añadido de la misma época, pero posterior al proyecto inicial, en su parte derecha. Está trabajada toda ella con conglomerado de piedra, con las esquinas redondeadas, y ostenta una profusión de ventanas remarcadas con ladrillo visto y porche en el jardín. La fachada tiene un fuerte cariz historicista con su estructura de masía de planta basilical y tejado a dos vertientes. La parte trasera, en cambio, está construida con diferentes niveles y cuerpos, con cierto estilo de "iglesia románica". Cabe destacar las trabajadas y originales chimeneas que flanquean la casa de tres en tres.