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1870
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Casa de las Alturas
La Casa de las Alturas fue encargada por el director general de la Sociedad de Aguas, el ingeniero belga Nicolàs Recúlez Chevalier. La casa recibe el nombre porque al lado estaban situados los motores de elevación de agua en la red de abastecimiento generada desde Dosrius. Se trata de un edificio paralelepípedo de base rectangular con un hueco central que corresponde a un patio y con un cuerpo adosado a la fachada sur en forma de porche. El espacio libre que queda configurado al volante del patio —a base de arcos sustentantes en esbeltos pilares— permite recorrer el pasillo al que daban originalmente las habitaciones de la casa —la planta baja era la zona de día, comedores, salas, biblioteca...—. El desván era de techo más bajo y se situaban las calderas, lavaderos y almacenes diversos. El orientalismo empleado en la resolución del lenguaje formal del edificio se reflejaba en la profusa decoración en los pavimentos, cielo-rasos, arrimaderos, barandillas de forja.1890
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Edifici de les Forces Hidroelèctriques del Segre
autoria desconeguda
Edifici Industrial formant part de la trama urbana. Antiga fàbrica tèxtil. Conjunt d'edificis vestits en diferents èpoques. Destaca el cos d'accés entre mitgeres amb façana el carrer Llussà, de planta quadrada amb l'eix de simetria. A un costat hi ha la caixa d'escala. Façanes de totxo vist amb junta seca. Obertures en arc rodó, de totxo col·locat a plec de llibre. Impostes i trencaaigües també de totxo. Remat amb cornisa i baranes. Xemeneia de totxo.1894
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1893 - 1896
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Compañía de Gas Lebon
Francesc de Paula del Villar Carmona
El edificio -actual sede de la "Mutua General de Seguros"- fue construido entre 1894-1896 como edificio representativo y de oficinas de la Compañía del Gas Lebon siguiendo un proyecto del arquitecto Francisco de Paula Villar Carmona. La parcela se inscribe dentro de una singular doble manzana de ensanche delimitada por las calles de Aribau, Diputació, Balmes y Gran Via de les Corts Catalanes, ocupada mayoritariamente por el gran edificio de la Universidad de Barcelona. Se trata de un edificio de planta cuadrangular que se inscribe en una parcela rectangular, buena parte de la cual estaba destinada en origen a jardín y actualmente está habilitada como parking. Uno de los aspectos más relevantes de este edificio y que le convierte en una de las construcciones más destacadas de finales del siglo XIX en Barcelona es precisamente la originalidad del proyecto. Nos referimos a que parece un edificio exento a pesar de ser la testera de una banda continua de edificación alineada en la calle Balmes. El arquitecto logró este efecto adosando el edificio a la medianera vecina de la calle Balmes, pero abriendo su fachada principal hacia el jardín al que se accedía desde la Gran Via. El edificio consta de cinco niveles de alzado claramente diferenciados en tres cuerpos. El inferior, casi a modo de basamento, presenta un tratamiento material muy distinto al resto de la fachada; hecho con sillares de piedra dispuesto en hiladas regulares, presenta dos niveles, uno inferior donde se localiza la actual entrada en la Mutua (en la calle Balmes). Encima de este nivel inferior se localiza un segundo piso, al que se abren una serie de arcos escarzanos rebajados que le dan un aspecto de galería o cuerpo muy diáfano. Sin embargo, este segundo nivel gana protagonismo en la zona del antiguo jardín donde se disponía de la entrada principal. En este frontis, una escalera monumental con barandilla de piedra da acceso al interior del inmueble a través del segundo nivel. Esta entrada queda además protegida de los agentes atmosféricos como sol o lluvia a través del voladizo del balcón que se desarrolla en el piso principal. Por lo que respecta al resto de la fachada, cabe resaltar la homogeneidad de elementos y de composición en los tres frontes. En este sentido, sobre el basamento de piedra ya descrito, donde se enmarcan las aperturas de los dos niveles interiores, se desarrolla el cuerpo de la fachada propiamente dicho. Separado del inferior a través de una cornisa corrida, esta toma relevancia en los ángulos, donde se desarrollan las torres, convirtiéndose en un voladizo que configura la base de las tribunas del piso principal. Estas tribunas se configuran como un elemento rectangular apoyado sobre ménsulas esculpidas, con barandilla de piedra y columnas jónicas que soportan un entablamento que es la base en el balcón desarrollado en el segundo piso. Las ventanas del piso principal quedan enmarcadas por pilastras jónicas que incorporan en el fuste varios sillares tallados en punta de diamante y que se convierten en el único elemento ornamental aparte del entablamento liso que las coronan. En el segundo piso, en cambio, las ventanas -aunque mantienen el mismo tipo de pilastra- se configuran como balcón ampitado y se rematan con frontones semicirculares que contrastan con las molduradas del último piso. El edificio se remata con una potente cornisa a la que se abren unas aperturas circulares a modo de ojos de buey esculpidas con decoración floral y que coinciden con el eje vertical donde se disponen las ventanas. Encima de la cornisa se desarrolla un último piso con mansardas y cubierta a una vertiente que es fruto de una obra posterior. En cuanto a las torres esquineras, como ya se adelantaba, presentan un nivel más que el resto de la fachada y en el que se desarrolla una especie de galería muy diáfana a través de una apertura triple con arco y pilar central. Las torres se cubren con una cubierta de falsa mansarda que se remata con una azotea plana con barandilla de hierro. A diferencia del nivel de basamento hecho en piedra, en el resto de la fachada el material predominante es el ladrillo, dispuesto en franjas horizontales y que contrasta con la blancura de la piedra artificial de los montantes y dinteles de las ventanas. El edificio fue proyectado por el arquitecto Francisco de Paula Villar i Carmona en 1894 por encargo de la empresa Gas Lebón -una de las pioneras en el estado en la producción y comercialización de gas para el alumbrado público y privado de la ciudad-. El proyecto original no preveía las mansardas, que son un elemento añadido que modificó considerablemente la percepción de la fachada, ya que visualmente empequeñece las torretas angulares y resta verticalidad al conjunto en general.1894 - 1896
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1896 - 1897
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1896 - 1900
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1900
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Edificio de la Aduana Nueva
Pere García Faria i Monteys, Enric Sagnier i Villavecchia
Situada en la zona portuaria de Barcelona, la Nova Aduana se encuentra en el área de expansión de los nuevos muelles de carga y descarga y sustituye a la antigua aduana, instalada en un edificio del siglo XVIII cercano al Port Vell. La nueva construcción buscaba monumentalizar la entrada marítima a la ciudad y, al mismo tiempo, pretendía racionalizar las operaciones de control y tasación de mercancías. En este proyecto Sagnier tuvo la colaboración del arquitecto Pere Garcia Fària, especialista en el saneamiento de la ciudad e ingeniero de caminos, canales y puertos. El encargo fue formulado en 1890, pero el proyecto no fue aprobado hasta 1895, después de sufrir muchos obstáculos y reformas, ya que al tratarse de un edificio público controlado por el Estado su traza había de ser aprobada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El edificio adopta una disposición en planta en forma de H, ya que la idea inicial de los técnicos de aduanas era que las mercancías entraran por uno de los extremos, pasaran por el salón de reconocimientos y salieran por el otro extremo, pero en la práctica su utilización no pudo ser tan racional, debido a los trámites burocráticos. Exteriormente el edificio adopta un aspecto monumental, con ciertas resonancias de la arquitectura centroeuropea, especialmente en la fachada que da a la ciudad, mientras que por el lado de los muelles las líneas arquitectónicas son más sobrias. Como en otros proyectos, Sagnier evita el efecto de monotonía de la fachada principal mediante la combinación de líneas horizontales en el ático y verticales en las ventanas de la planta principal, con los contrapuntos de los dos cuerpos laterales y, especialmente, con el núcleo central que acoge el acceso. Este cuerpo central, donde aparece la inscripción “Aduana” en severas letras capitales, concentra la mayor parte del trabajo escultórico y está coronado por un escudo de España y dos grandes águilas, obra del escultor Eusebi Arnau, mientras que en cada extremo se encuentran cuatro grius o leones alados. Las crónicas de la época criticaron las excesivas proporciones de estos elementos decorativos "pertenecientes a la fauna" y el hecho de que el edificio no expresara con claridad su destino.1895 - 1902
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Antiga Seu del Banco de España a Girona
Josep Martí i Burch, Martí Sureda i Vila
La seu (fins al 1990) d’aquest banc es va alçar a la perifèria d’una ciutat encara murallada, però amb un dinamisme terciari que ha perviscut fins ara. En procés d’obra el 2008, la transformació desestima els espais interiors i salva una façana d’un eclecticisme vibrant, en la qual el neogòtic delinea unes esveltes pautes verticals encastellades en què va encaixant els seus propis estilemes, alternats amb els d’un neoclàssic reduït al paper de simple comparsa lingüístic.1901 - 1902
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Reforma para la Sede del Centro Excursionista de Cataluña
El templo romano de Barcelona dedicado a Augusto se situaba en la parte superior del Monte Taber, y parte de sus restos quedaron embebidos dentro de construcciones medievales. En 1903 Domènech reformó el edificio como sede del Centro Excursionista de Cataluña. A pesar de varios estudios sobre el templo, muchos elementos se perdieron durante los escombros de las antiguas casas a finales del siglo XIX. En 1879, una columna entera fue salvada y se expuso en la Plaça del Rei. Otras tres columnas se encontraban dentro del edificio medieval que alojaba el antiguo casal de los canónigos catedralicios, embebidas entre varios forjados. Este edificio fue alquilado en 1878 por la Asociación Catalana de Excursiones Científicas, actual Centro Excursionista de Cataluña. En 1902, el editor Ramon de Montaner, tío de Lluís Domènech, compró todo el edificio. Su intención inicial era llevarse las columnas e integrarlas en el Castillo de Santa Florentina. Pero finalmente le hicieron cambiar de opinión, y encargó a su sobrino la rehabilitación del edificio como sede del Centro Excursionista de Cataluña. La intervención consistió principalmente en remodelar el interior del edificio para dejar las columnas romanas al descubierto, totalmente visibles en un patio de luces interior protegido con una claraboya. Se construyó una escalera nueva de acceso a la planta principal y una galería para comunicar los dos lados del patio, reinterpretando el estilo gótico. La apertura de grandes ventanales y la sustitución de barandillas de piedra por ligeros elementos metálicos se hizo con el objetivo de dar mayor visibilidad a las columnas desde el interior de las estancias. Domènech dejó el espacio preparado por la cuarta columna hallada, que estaba expuesta en la Plaça del Rei, pero la burocracia no permitió su recolocación. Finalmente, en 1956, cuando el Ayuntamiento de Barcelona ya había comprado el inmueble, se trasladó. Actualmente sigue siendo la sede del CEC.1903 - 1905
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1905
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Sucursal de La Caixa de Barcelona
En 1906 August Font i Carreras recibió el encargo de proyectar la sucursal graciense de la Caja de Ahorros y Mont de Pietat de Barcelona. El propio August Font ya había proyectado el edificio de la Caja de Barcelona de la Plaza Sant Jaume y una sucursal en la calle de Sant Pau. La finca se localiza en la manzana delimitada por las calles Jesús, Sant Pere Màrtir, calle de Gràcia y Gran de Gràcia, donde se abre la fachada. El edificio se inscribe en una parcela poligonal regular y se desarrolla en tres niveles de alzado: planta baja y dos pisos, todo cubierto con una azotea plana transitable. Actualmente, del proyecto arquitectónico original únicamente se conserva la fachada, que se compone de un frontis rectangular de tres niveles y una torre de cinco pisos adosada al extremo izquierdo del conjunto. Construido íntegramente en piedra, destaca la presencia de elementos procedentes de la tradición constructiva medieval catalana, como los ajimeces del primer piso o la azotea del último nivel. Aún así, estos elementos no son fieles a las formas tradicionales, sino que fueron reinterpretadas por el arquitecto, ofreciendo al conjunto un aspecto goticizante. La torre, cubierta a cuatro vertientes, presenta en la planta baja la puerta de acceso a la escalera; se trata de una puerta con dintel mixtilíneo y montantes esculpidos, destacando las impostas, donde se representan dos figuras femeninas acompañadas de elementos vegetales. Coronada por el escudo de Barcelona, la planta baja se separa del siguiente piso a través de una imposta moldurada, nivel en el que se localiza una hornacina a modo de ventana donde se dispone una imagen de la Virgen. El segundo piso se abre a la calle a través de una ventana de dintel mixtilíneo y, finalmente encima de este la esfera del reloj. La torre se cierra con una gran cornisa sobre canecillos sobre la que se desarrolla el último piso de la construcción; una serie de ventanas entre columnas configuran una galería corrida que rodea la torres por los cuatro lados. En planta baja se localiza el acceso a las actuales oficinas de La Caixa, con una puerta central flanqueada por dos parejas de ventanas con grandes arcos sobre columnas que reposan sobre un zócalo alto. Esta planta baja se separa del primer piso a través de una cornisa esculpida en la que aparece escrito: "Caja de Ahorros y Montepío de Barcelona. Sucursal de Gracia". En el primero se abren tres ventanas coronelas de inspiración medieval, pero reinterpretadas tanto en la forma del dintel como la decoración vegetal que presenta. Por último, en el segundo y último piso se desarrolla una galería que recupera las medievales y renacentistas con arcos mixtilinios sobre columnas. Encima de este nivel se dispone el alero y la barandilla de la azotea. Esta última, con elementos moldurados a modo de almenas, se presenta decorada con elementos cerámicos y de hierro.1906
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Villa Flora
Torre aislada de planta baja y dos pisos, con una portería independiente en la entrada, de 1920. Tiene un jardín muy grande que continúa al otro lado de la riera, con una gran puerta de entrada. En el jardín hay templetes, fuentes y otros elementos arquitectónicos. El edificio tiene influencias de diferentes estilos, puesto que el autor era un hombre que viajaba mucho. Destaca la influencia del Secesionismo vienés.1910
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1911
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Casa Pelegrí Güell
Casa entre medianeras y de tres crujías. Consta de planta baja, dos pisos y buhardilla. La cubierta es a dos aguas y de teja árabe. Cabe destacar la puerta de acceso de arco carpanel, así como el vestíbulo. Ha sufrido sucesivas reformas y ampliaciones, durante el siglo XIX, que han variado su aspecto inicial. La muestra más remarcable de ellas es la tribuna en ángulo con azotea superior situada en uno de los lados. El interés fundamental de esta obra es su valor tipológico. En 1913 el arquitecto Santiago Güell realizó diversas remodelaciones en la planta principal y las obras de ampliación de la tribuna lateral.1913
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1911 - 1929
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Casa Ensesa y Farinera Monserrat
Entre 1906 i 1932 Rafael Masó intervé diverses vegades en el conjunt de la Farinera Montserrat. La intervenció més destacable és la reforma i ampliació de la casa per habitatge de la família Ensesa i oficines de la fàbrica, que duu a terme entre 1913 i 1915. En aquesta obra es mostra el llenguatge plenament noucentista del seu autor, en sintonia amb l'arquitectura centroeuropea del moment. De l'obra de Masó es conserven les façanes principals i l'escala interior. L'any 1932 Rafael Masó intervé novament en aquesta obra construïnt la nova tanca de la fàbrica, un exemple del gir cap el racionalisme que fa la seva última arquitectura. La resta de l'edifici va patir considerables modificacions amb la reforma de Francesc Folguera l'any 1950. Després de l'enderroc de la fàbrica i els magatzems i, d'un període d'abandó, la rehabilitació de 1995 va permetre recuperar aquesta obra per la ciutat com a Escola Municipal de Música.1906 - 1932
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Casa Cañas i Mañé
Edificio entre medianeras de planta baja y dos pisos con dos fachadas, la principal en Rambla de Nostra Senyora 20 y la posterior en C/ de la Palma 33. Por la Rambla de Nostra Senyora la fachada tiene una composición asimétrica, con una planta baja totalmente trasformada por el uso comercial actual, una planta principal con una gran tribuna de tres vanos y un balcón situado a su derecha, y una planta superior con un ventanal central de arco rebajado, dos ventanas laterales y un balcón que abarca el ventanal central y la ventana derecha. El remate de la fachada está formado por una coronación escalonada de ornamentación floral con refundidos y esgrafiado. Por la C/ de la Palma, la fachada presenta una composición simétrica de los pisos superiores, mientras que la planta baja tiene el portal de acceso desplazado a la derecha. En la planta principal hay un balcón corrido con barandilla de hierro forjado que ocupa toda la anchura de la fachada, con dos aperturas adinteladas coronadas por frontones circulares. En la planta superior hay dos vanos adintelados con un alféizar que sobresale de la fachada. El paramento de la fachada es liso y está coronada con una cornisa sustentada por modillones. La casa fue proyectada por el arquitecto Antoni Pons i Domínguez.primera mitad del siglo XX
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siglo XX